La exalcaldesa popular Sonia Castedo asegura que, pese al archivo del caso Rabasa, tiene a sus espaldas «otra mochila», en referencia a la investigación que se mantiene abierta por el presunto amaño del Plan General. La exregidora popular admite sentir «vergüenza» por las conversaciones telefónicas con Enrique Ortiz que han salido a la luz, pero insiste en que no benefició al promotor ni cometió delito alguno: «Una cosa es hablar de cuestiones penales, jurídicas, y otra cosa es hablar de ética. Son conversaciones privadas y, evidentemente, cuando una conversación privada, la tenga con el señor Enrique Ortiz o con cualquier otra persona, de pronto sale a la luz pública claro que te da muchísima vergüenza porque al final públicamente nunca hablarías así, utilizarías otro tipo de vocabulario».

La exalcaldesa del PP se expresó en estos términos ayer durante una entrevista en Espejo Público (Antena 3) al ser preguntada por si se sentía avergonzada por las conversaciones con Ortiz. Al respecto agregó que «no te imaginas que tengas el teléfono pinchado, no yo. En este caso, era el de Enrique Ortiz. Claro que te da vergüenza. Claro que te da apuro. Aún así, ninguna de esas conversaciones contienen ningún tipo de delito. Que éticamente son incorrectas, éticamente son incorrectas porque han salido a la luz pública, sin ninguna duda».

Plan General

Castedo espera que el caso sobre el Plan General de Ordenación Urbana siga la misma estela que el de Rabasa y acabe archivándose, pero lamentó que los tiempos de la Justicia «son un poquito largos». La exedil incidió en que no benefició a Ortiz y al ser preguntada por los regalos y el viaje en el yate del constructor, apuntó: «¿De qué hablamos de estética o de delitos penales? Si hablamos de estética, lo asumo».

Al respecto de los regalos, Castedo consideró que se trata cuestiones que «hace unos años estaban normalizadas» y que «a día de hoy no se haría, es un delito». En esa línea agregó: «Ahora intentamos criminalizar lo que hace unos años era absolutamente normal y yo no quiero decir que antes tuviera que ser tan normal, ni que ahora tenga que ser tan anormal. Lo lógico y lo justo habría sido desde un principio llegar a un término medio donde se diga qué puede ser normal: una botella de vino, una postal de Navidad... Pero eso tendríamos que haberlo hecho desde el principio, no vamos a criminalizar lo que antes era normal, ni vamos a normalizar lo que antes era de otra manera».

Castedo también indicó que tras el archivo del caso Rabasa, desde el PP de Alicante «a nivel privado» le han enviado mensajes al móvil «felicitándome», pero «a nivel público, no ha salido nadie. Yo tampoco quiero que salga nadie a estas alturas, que más da ya».

La exregidora del PP indicó que está trabajando en «una empresa privada», pero no reveló para qué. Sí apuntó que encontrar un trabajo le había «costado mucho» porque «aunque te vayas de la política, te sigue afectando y tu nombre acaba convirtiéndose en una lacra».

Castedo aseguró tener «la conciencia tranquila» e incidió en que no benefició al promotor y en que «se puede demostrar». Preguntada sobre el viaje a Ibiza en el yate de Ortiz, la primera edil aseguró que «no sólo es Sonia Castedo quien ha ido en un yate con Ortiz, no es cierto que sea la única que lo he hecho». Algo que, consideró entonces «era muy normal, desgraciadamente a día de hoy ya no lo es, pero sí lo era. Yo no consideraba que estuviera cometiendo ningún tipo de delito». En esa línea, reiteró que «yo no favorecí a ningún constructor».