«No me llames profe, me llamo Diego», copiado cien veces, son los deberes que un profesor de Geografía e Historia ha mandado recientemente a un alumno de segundo curso de Secundaria ante su empeño en no dirigirse a él por su nombre de pila, como reiteradamente le ha hecho saber desde que empezó el curso, sino con el apelativo de «profe».
Lo que para el padre del alumno se ha convertido en una actitud persecutoria por parte del docente ha desembocado en un cruce de denuncias ante la Policía Nacional. El padre se personó con el hijo, de trece años, añadiendo a su denuncia la tarea de las cien copias, así como diversos insultos que asegura textualmente que el docente ha proferido contra su hijo de etnia gitana.
A su vez, el profesor, la directora del centro y la jefa de estudios acudieron a la misma jefatura de Policía a denunciar a su vez al padre por «amenazas tanto verbales como de actitud corporal, y por atentado a la autoridad», tal y como contempla la ley del docente en ejercicio de sus funciones.
En el instituto sostienen que cada profesor tienen autonomía para gestionar el aula y que a los padres les podrá gustar más o menos cómo lo hace, pero que en ningún caso está justificada la amenaza y actitudes «tan violentas» como la que achacan al padre del alumno.
El tutor, a su vez, califica de «humillante» el castigo infringido por el docente a su hijo y le acusa de obligar a que le llame por su nombre de pila cuando entre los gitanos el tuteo es «una falta de respeto, porque le llame profe no le pierde el respeto ni le está insultando», afirma.
La inspección educativa se reunió ayer con todas las partes por separado para averiguar los hechos desencadenantes de este cruce de denuncias, una vez que el padre volvió al centro para solicitar el cambio de grupo para su hijo.
En el instituto aseguran que el alumno no ha sido nunca problemático y dirigen sus acciones hacia el padre por entender que ha actuado de forma «desproporcionada». Ayer, con motivo de la nueva visita del padre al centro, avisaron a la policía y los agentes le acompañaron hasta la salida.
