Descabellada". Así calificó ayer el fiscal la denuncia que ha llevado hasta el banquillo a un profesor del colegio público Juan Bautista Llorca de Alicante que castigó a una alumna de Sexto de Primaria por no hacer los deberes. Las sanciones consistieron en hacerle copiar más de cien veces "debo hacer lo que me manden" y en otra ocasión en enviarla sola al fondo de la clase. Aunque se trata de medidas correctoras comunes, el padre de la menor le acusa de una falta de maltrato y otra de vejaciones al sostener que las copias tuvo que realizarlas en horas de clase y que tras ser enviada al final del aula su hija vomitó y tuvo que recogerlo. No obstante, el profesor negó que la niña vomitase y en el juicio celebrado ayer en el Palacio de Justicia de Benalúa no declaró ningún testigo.

Para el fiscal, la conducta del docente no es sancionable penalmente y la denuncia resulta "descabellada", por lo que pidió su absolución. Por su parte, la acusación particular, ejercida por Jaime Martín de Santa Olalla, pidió que fuera condenado a una multa de más de 1.000 euros por dos faltas de maltrato y vejaciones.

La denuncia interpuesta hace unas semanas por el padre sostiene que "las copias las tuvo que realizar en horas de clase, lo que le impedía prestar atención" a las explicaciones docentes, y que el castigo de irse al fondo de la clase por no llevar hecho un trabajo manual "le produjo tal humillación que terminó vomitando y fue obligada a recogerlo", explica el abogado. Por su parte, el profesor aseguró que las relaciones con la alumna han sido siempre buenas y negó que vomitase. Durante la vista reconoció que la niña lloró y pudo caer al suelo alguna lágrima o baba, pero negó que vomitase y que la obligase a limpiar nada. Ahora, la decisión queda en manos del juez.

El letrado de la acusación particular argumentó ayer a este diario que además de la denuncia interpuesta judicialmente, el padre de la niña ha presentado una queja ante la Conselleria de Educación sobre los hechos. Desde el colegio afirman que la familia no habló con el profesor ni con el director.

Los hechos sucedieron en las aulas del colegio público Gloria Fuertes, donde reciben clase los alumnos del Juan Bautista Llorca hasta que finalicen las obras.