«Los bañistas piensan que en el Postiguet nunca hay problemas pero cuando sopla el viento de Levante el mar rompe muy fuerte contra la zona de rocas, y los arrastra. Este año estamos teniendo un verano complicado, lo que nos obliga a tener a tres socorristas pendientes, uno desde la silla, otro en la arena y otro dentro del agua avisando de las fuertes corrientes. Montamos un perímetro de seguridad de 15 metros hacia las rocas, ponemos la bandera roja y no dejamos entrar a nadie».
La frecuencia de los temporales este año es lo que más está preocupando al servicio de salvamento, como explica José Miguel Jiménez, socorrista de la empresa Proactiva y responsable del botiquín del Postiguet. Porque esto pasa con el Levante en la confluencia de la playa con el hotel Meliá, y otro tanto ocurre al otro lado, junto al espigón del Cocó, si sopla Lebeche, hasta donde se desplazan en moto acuática. «Cuando hay mala mar, la playa se pone terrible. El problema se presenta sobre todo con bañistas extranjeros, que piensan que no pasa nada», apunta el socorrista. Esos días la media de rescates supera la decena. La Policía Local ha colaborado con los socorristas en 53 salvamentos y atención a particulares a lo largo del verano en las distintas playas alicantinas.
Las picaduras de pez araña, muy dolorosas, también preocupan a los vigilantes, ya que han aumentado mucho este verano, registrándose más de 500 en todo el litoral alicantino. Y aunque no ha habido tantas medusas, los dos primeros fines de semana de agosto fueron complicados con más de 200 asistencias por este motivo. El personal de salvamento lo atribuye a la falta de predadores de estas especies en la costa, «la cadena se empieza a romper», comentan.
Aparte de las preguntas por los tiburones después de que un bañista fuera atacado en Arenales del Sol y alguna sobre si la ordenanza municipal de playas dice algo sobre el burkini que empieza a aparecer en las playas alicantinas, los socorristas lo califican como un verano tranquilo. En ello está influyendo, afirman, el aumento del número de policías patrullando a pie de playa. «Están haciendo un buen trabajo. A la gente que deja desperdicios en la arena les llaman la atención, han disminuido bastante los robos, y han frenado mucho a los vendedores de comida y bebida», aseveran.
Según datos aportados por la Concejalía de Seguridad, hasta el 15 de agosto han levantado 121 actas precisamente por venta ambulante de productos perecederos, y han instruido 357 denuncias por estacionamiento indebido, y otras 22 de tráfico. Han intervenido en 63 conflictos entre particulares, y en 136 informes sobre objetos perdidos y deficiencias.
Perros en la playa
Pese a inaugurarse un área de baño para mascotas en Urbanova, la Policía ha levantado este verano 15 actas a personas que se llevaron a sus perros a la playa. También ha habido 32 actas por pescar en zona de baño, 12 por pescar sin licencia y una más por extraer especies protegidas.
