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Un edificio protegido se cae a trozos en pleno centro ante la indiferencia del Ayuntamiento

El inmueble de la calle Cid, en mal estado desde hace un lustro, ha sido cercado por desprendimientos

Un edificio protegido se cae a trozos en pleno centro ante la indiferencia del Ayuntamiento

La peor cara del patrimonio. La fachada de un edificio protegido ubicado en pleno centro de la ciudad en la calle Cid número 6 se cae a trozos y ha obligado a cercar la acera por el peligro de desprendimientos. Una situación a la que se llega después de más de un lustro de progresivo deterioro sin que el Ayuntamiento (gobernado por el PP durante dos décadas y ahora por el tripartito desde hace algo más de un año) le haya puesto remedio hasta el momento. Se trata de una propiedad privada, pero el inmueble del siglo XIX está protegido como un «referente histórico», tal y como se recoge en la ficha del Catalogo de Protecciones en trámite.

Esa protección obliga a mantener la fachada y sus elementos, pero la degradación de la misma es tal que ha obligado a la Policía Local a acordonar la acera que discurre junto a este inmueble y parte del contiguo para evitar que los desprendimientos puedan alcanzar a algún peatón. El edificio, según esa misma ficha del catálogo, tiene «valor en sí mismo», pero «su mayor interés reside» en su aportación al conjunto, en «su imagen urbana».

Al respecto, se destaca que «contribuye a definir la unidad ambiental formada por las edificaciones del entorno de la calle San Francisco» y «junto con el edificio del Síndic de Greuges y sus colindantes de la calle del Cid forma un conjunto urbano de interés». Con base en ello, la degradación de este inmueble afecta a la imagen del conjunto arquitectónico de la zona, en pleno Centro Tradicional de la ciudad y a escasos metros de la plaza de Gabriel Miró.

Desde Conservación de Inmuebles afirman que han ordenado ahora a los dueños que tomen medidas urgentes para asegurar los elementos de la fachada y colocar una red que proteja de los desprendimientos. De lo contrario, sostienen que actuarán de manera subsidiaria, reclamando posteriormente el coste de la actuación a los propietarios y pasándoles la factura. Desde la Concejalía explican que este edificio y el contiguo, de similares características, se dividieron y en la actualidad tienen propietarios diferentes. Indican que tienen un largo historial en Protección de Inmuebles y que uno de ellos repuso la red que protege la fachada en el año 2013 por orden del Ayuntamiento, dado que se había desprendido. Sin embargo, el otro (el número 6) no dispone de redes y tampoco, según las mismas fuentes de Conservación de Inmuebles, hay constancia de que se llegaran a imponer multas a los propietarios por no hacerlo. Tres años después, el deterioro ha ido a más. Las mismas fuentes apuntan a las dificultades para contactar con los propietarios, por lo que aseguran que si no colocan redes de protección, lo hará el Ayuntamiento.

En la ficha de protección del catálogo se considera urgente la restauración de la fachada y otros elementos, como los balcones, con un estado de conservación malo o deficiente. Sin embargo, los años pasan mientras esta joya del patrimonio arquitectónico alicantino languidece y se deteriora.

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