Apenas ha estado seis meses abierto al público y ya está pendiente de una reforma integral. El Centro de Interpretación de la Memoria de la Guerra en Alicante (MEGA), ubicado en una esquina de la plaza Séneca, cerró a principios de año. Fue una decisión tomada por la Concejalía de Memoria Histórica, dirigida por María José Espuch (Compromís), ante las «deficiencias» que tenía una instalación que fue inaugurada a principios del mes de mayo de 2015, apenas unas semanas antes de que se celebrasen las elecciones municipales que acabaron con el PP fuera del gobierno local. «Se hizo muy rápido. Al llegar comprobamos que tenía muchos problemas: había goteras, uralita y emisiones de CO2 en una zona frecuentada por niños», asegura el jefe de Memoria Histórica y Democrática, Pablo Rosser.
Así, apenas medio año después de que abriese sus puertas, el Centro de Interpretación de la Memoria de la Guerra en Alicante y, por efecto, el refugio aéreo de Séneca echaron el cierre temporal. Fue por sorpresa, sin avisar. «No había seguridad ni calidad en la muestra. Queremos cambiar el discurso», añade Rosser, quien prevé que ambas instalaciones estén abiertas de nuevo a finales de este año, después de que se acometan las obras de reforma para las que el Ayuntamiento ha destinado casi 540.000 euros del suplemento de crédito recientemente aprobado por el tripartito.
En concreto, se ha dado el visto bueno a un proyecto que dedicará 378.000 euros a la obra de rehabilitación, unos 154.000 euros para la musealización y el equipamiento del Centro de Interpretación y, finalmente, 8.000 euros para mejorar la accesibilidad. Además, fuera de ese presupuesto, la concejalía que dirige Espuch pretende redactar un nuevo contrato de explotación del MEGA, donde se incluyen las visitas guiadas al refugio de Séneca.
No una colección de material
Entre las novedades que quieren introducir destaca convertir el Centro de Interpretación en un «espacio de sensaciones». «No queremos que sólo sea una colección de materiales», añade Rosser, quien adelanta que la instalación subrayará el papel de Alicante durante la Guerra Civil, destacando su defensa pasiva, la construcción de los refugios, el papel de los niños y las mujeres, los bombardeos contra civiles y el desarrollo de los últimos días de la contienda en suelo alicantino.
El área pretende crear un espacio dedicado a la Memoria Histórica, donde además se incluya el Puerto, el Mercado, el Ayuntamiento, junto a otros refugios que se abrirán próximamente, como el de Balmis y, más tarde, el de la plaza del Carmen y Quijano.
