Sin esta oportunidad de formarse lo más probable es que estos chicos vuelvan a vagar por los parques y calles. Es la conclusión que se desprende del contacto directo con profesores, padres y los propios alumnos escolarizados en la Formación Profesional Básica del ciclo Administrativo en el colegio concertado San José Hijas de la Caridad de Alicante.
La planificación de aulas de Educación para el curso próximo no les concede el concierto del aula de FP Básica que el año pasado sufragó la congregación con fondos de la institución a nivel nacional, «pero difícilmente podrán hacerlo de nuevo», como explica el orientador de los 16 alumnos del centro, Juan Carmelo Caravaca.
«Hemos visto que empiezan a creer en ellos mimos y en su futuro, y el nivel de conflictividad ha bajado de forma importante», añade la tutora, Mercedes López. Son 16 alumnos por motivos de reducción de ratio porque los hay con discapacidades, como Alejandro, uno de los más dispuestos a contar su situación para apoyar que no se cierre el aula. «Antes me sentía pagado y sin ganas. Ahora me siento especial, más motivado. Me encanta la Informática y los profesores son muy simpáticos. Me gusta este sitio», explica.
Es complicado no conmoverse ante el entusiasmo de la clase. Sin duda docentes y padres lo intuyen, por eso invitan al conseller Vicent Marzà a visitar personalmente el centro y que compruebe de primera mano que se encuentra en un barrio que no es precisamente boyante. «Es injusto que no podamos seguir», añade Alejandro. Procede de Tómbola. La mitad de los alumnos viene de otros barrios, afirma la tutora, «y casi semanalmente en los últimos días vienen a pedirnos plazas. Señal de que no hay suficiente oferta», abunda. Tras diez años dando clase de ESO destaca el cambio experimentado en estos alumnos que estaban tan desmotivados y asilados. «Yo no tenía ninguna motivación y ya quiero seguir estudiando», confiesa Alejandra, «quiero seguir las clases».
