La comunidad de religiosas Clarisas que custodia la Reliquia de la Santa Faz desde hace casi 500 años transformarán la segunda planta del monasterio alicantino en una hospedería monástica. Este uso figura como posible en la memoria del proyecto de reforma interior del recinto, que cuenta con licencia de obra del Ayuntamiento, y que afecta a la dependencia anexa al templo o casa parroquial. En la memoria de condiciones de la edificación, la Concejalía de Urbanismo contempla la posibilidad de que el alojamiento pase a no ser exclusivo para miembros de la orden, y en ese caso indican a las Clarisas que deberán tramitar la licencia de actividad de acuerdo a la norma autonómica (ley 6/2014 de la Generalitat, de Prevención, Calidad y Control Ambiental de Actividades).

La hospedería, de religiosos o seglares próximos a la vida eclesiástica, es otra de las fórmulas que barajan las religiosas para aumentar los ingresos del monasterio y mantenerse como custodias de la Santa Faz. Una iniciativa que se suma a la elaboración y venta de dulces que han iniciado este año coincidiendo con la Peregrina. Hasta ahora las hermanas se mantenían básicamente con donativos, una ayuda del Ayuntamiento y la venta de recuerdos durante las fechas más próximas a la romería, pero con una hospedería se situarían a la altura de numerosos conventos o monasterios españoles que contienen espacios para el retiro, el descanso y la reflexión, y en los que se dispone de alojamiento para seglares a cambio de una cantidad.

El proyecto contempla la transformación de la segunda planta, donde antes estaba la residencia de los porteros y del capellán, en un espacio de hospedería con siete habitaciones de dimensiones similares con aseo y ducha; y una estancia común en forma de sala de estar-comedor. Actualmente, según precisó el capellán, José Luis Casanova, se ha reforzado y consolidado el forjado de esa planta, aunque ha habido que apuntalar la primera, donde se harán también intervenciones puntuales, y han aparecido problemas de termitas. La futura zona de alojamiento quedará fuera de la clausura. El uso precedente de esa planta era de salón de estar y dormitorios, pero llevaba un tiempo largo sin uso y se retiró parte de la tabiquería y los solados en una intervención anterior.

Fue en septiembre de 2015 cuando el Ayuntamiento de Alicante abrió, a instancia de la comunidad de religiosas Clarisas, el expediente para la concesión de la licencia de intervención en el edificio del monasterio ubicado entre las calles Mayor 2 y Alcalde José Abad, y que actualmente es Bien de Relevancia Local aunque el gobierno municipal acaba de iniciar los trámites para que el Consell lo declare Bien de Interés Cultural.

Según consta en el expediente, la Concejalía de Urbanismo consideró la documentación «formalmente correcta», teniendo en cuenta que unos meses antes, en julio, la Conselleria de Educación y Cultura había emitido informe favorable. El decreto de autorización de la licencia fue firmado por el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, y por el vicesecretario municipal, tras conocer el informe favorable que emitió el departamento de Inspección y Control Técnico con fecha 28 de diciembre de 2015. Este informe fue emitido tras la visita de inspección que en noviembre realizaron al monasterio un asesor de Urbanismo, el arquitecto Rubén Bodewig, y la restauradora municipal, previa a la concesión de la licencia de obras solicitada, en la que observaron elementos históricos de interés a proteger y restaurar en el marco de la transformación de la planta.

Las obras tienen un plazo de ejecución de diez meses y acabarán a finales de este año. El proyecto está redactado por el arquitecto alicantino David Christi Molina Galiana y el arquitecto técnico Miguel Ángel Molina Galiana. Actualmente en la planta baja del monasterio, también fuera de la clausura, hay un espacio con tres habitaciones dobles y un cuarto de baño, en el que desde hace un par de años se alojan personas de la cofradía de la Verónica en las fechas de la Peregrina para ayudar a las hermanas con la venta de recuerdos. Actualmente hay nueve monjas de clausura en Santa Faz y siete aspirantes, de ellas cuatro latinoamericanas y tres de Murcia, Valencia y Elche.