Rebajar y relajar la circulación en buena parte del centro histórico de Alicante. Ese es el objetivo de la reciente implantación de la «zona 30» en el entorno del Ayuntamiento y en todo el Casco Antiguo, donde los peatones tienen prioridad sobre los vehículos, obligados a circular por debajo de los 30 kilómetros por hora. Se trata de la primera gran área del centro de la ciudad en la que se imponen restricciones de velocidad en un ámbito de 78 calles de diversas dimensiones tras la experiencia que se inició en el entorno de la plaza de Séneca.
La medida se enmarca en el Plan de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento. Persigue «calmar la circulación en la zona centro de Alicante», explica el concejal de Tráfico, Fernando Marcos. Se ha implantado en el Casco Antiguo y en el eje formado por las calles San Telmo, Altamira, Jorge Juan, Paseíto de Ramiro y Virgen del Socorro, hasta la calle San Cayetano.
Según la Concejalía, la «zona 30» está destinada sobre todo a los peatones, que tiene prioridad, y los efectos de estas restricciones se notarán especialmente en el acceso a la plaza del Ayuntamiento desde la plaza del Mar por la calle San Telmo, así como en Virgen del Socorro, que es donde el paso de vehículos es más elevado. Para avisar a los conductores, se ha señalizado el límite de velocidad convenientemente en el suelo, así como con señales verticales en los accesos al Casco Antiguo por la calle Miguel Soler. También en San Telmo, entre otras.
La «zona 30» también está previsto que se amplíe a espacios ubicados en el área del Mercado Central, Benalúa y Carolinas. Así como en La Florida, San Gabriel, Los Ángeles y la Playa de San Juan.
La instauración de la «zona 30» en buena parte del centro histórico se suma a la reciente instalación de 18 cámaras de distinto tamaño a lo largo del carril bus de la Rambla, medida contemplada también en el Plan de Movilidad Sostenible, cuyo espíritu general es mejorar la velocidad comercial del transporte público y fomentar su uso. Las cámaras, que estuvieron varias semanas en periodo de prueba, ya están multando, según confirmó el concejal, que ha negado que esta medida tenga un afán recaudatorio. «Pretendemos que el carril bus cumpla su función y para ello no puede haber coches aparcados. Queremos que el servicio de transporte pu?blico sea lo mejor posible y atraer a ma?s usuarios. Para ello hay que controlar que el carril bus esté libre para poder mejorar la velocidad comercial».
Las cámaras esta?n orientadas al carril bus las 24 horas para captar, las matrículas de los coches que aparquen o circulen por el ramal del transporte público y los conductores infractores se enfrentan a multas entre 90 y 200 euros. Las sanciones, aclaró, no serán automáticas a todos los vehículos que se graben puesto que las imágenes se visionarán para discriminar entre una entrada accidental en el carril y los que tienen por costumbre aparcar o circular por él.
Esta misma iniciativa se ampliará a otras avenidas de la ciudad. Como Federico Soto, donde las cámaras ya se han instalado y funcionan en periodo de prueba.
