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El Gobierno promete adjudicar este mes el turismo del Imserso

Asegura que los primeros turistas llegarán en noviembre, un mes después de lo previsto

El Gobierno promete adjudicar este mes el turismo del Imserso

La secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Susana Camarero, trasladó ayer a la patronal hotelera el compromiso del Ministerio de resolver en los próximos días, antes de que acabe septiembre, el concurso para adjudicar el programa de vacaciones sociales del Imserso, que tiene en vilo a 2,5 millones de pensionistas en España, de los que 250.000 tienen como destino la Costa Blanca. Camarero aseguró a los representantes del sector -por la provincia el presidente de Hosbec, Antonio Mayor, y la Federación Hotelera de Valencia que representó la Asociación Provincial de Alicante- que desde el viernes, día en que se conoció la anulación de la adjudicación, los técnicos trabajan en el nuevo fallo y se mostró convencida de que los primeros grupos de turistas llegarán en noviembre.

Se habrá perdido un mes pero, según apuntó Nuria Montes, secretaria general de Hosbec, el escenario tras la reunión, y si se cumplen las promesas el Gobierno, es diferente porque se podrán frenar los expedientes de regulación de empleo en los hoteles. «No es lo mismo que los turistas vengan en noviembre que a partir de enero de 2016», subrayó la portavoz de la patronal, quien avanzó que los empresarios barajan otras posibilidades como dar vacaciones en octubre a más trabajadores tras una temporada alta intensa.

Por otro lado, operadores que también trabajan el sector de viajes de los mayores, como Viajes El Corte Inglés, se han puesto ya en contacto con muchos hoteles para ver la posibilidad de crear paquetes concretos en octubre. Sesenta hoteles y 16.000 trabajadores del sector dependen de una solución rápida en la provincia de Alicante, donde el turismo del Imserso permite un volumen de negocio de 60 millones de euros durante la temporada baja.

Mensaje de tranquilidad

Los hoteleros recibieron un mensaje de tranquilidad y de celeridad del Gobierno que viene a calmar un poco los ánimos después de que el pasado viernes se conociera la decisión del Tribunal Administrativo Central (dependiente del Ministerio de Hacienda) que anulaba la adjudicación de este programa de vacaciones para Mayores que gestiona el Imserso.

Y es que desde la secretaría de Estado responsable llevan trabajando, según les aseguró ayer, desde el pasado viernes para acortar en todo lo posible los plazos abiertos para la nueva adjudicación, que puede producirse durante los próximos quince días. Así se lo comunicó la valenciana Susana Camarero a la representación empresarial compuesta por Joan Molas, presidente de CEHAT, Antonio Mayor y Nuria Montes, presidente y secretario general de HOSBEC (Benidorm y Comunidad Valenciana) y Antonio Aranda, gerente de AEHCOS (Costa del Sol).

Con el objetivo de minimizar los perjuicios tanto a usuarios del programa como a los empresarios afectados, el Gobierno aseguró haber puesto en marcha todos los recursos humanos y jurídicos necesarios para que la normalidad vuelva a presidir las vacaciones de más de un millón de jubilados en España. Según las previsiones que se manejan, se intentará acelerar todo lo posible los procedimientos de venta y reserva de estancias, y que los primeros clientes puedan entrar en los hoteles durante el mes de noviembre.

Desde CEHAT, Hosbec y AEHCOS se agradeció y valoró positivamente esta actitud, pues la preocupación entre los hoteleros afectados es más que evidente sobre todo por la incertidumbre que se ha abierto desde el pasado viernes. «Todas las organizaciones de zonas turísticas afectadas estarán muy pendientes de los próximos pasos que puedan darse a la espera de la confirmación de la nueva adjudicación del nuevo operador del programa Imserso», avanzó Hosbec en un comunicado tras la reunión celebrada en Madrid.

En la Comunidad Valenciana se benefician del programa Benidorm, Guardamar, Finestrat, Altea, Xábia, Santa Pola, Peñíscola y Gandía. Los hoteles ingresan del Gobierno unos 40 millones de euros, cantidad a la que hay que añadir otros ingresos derivados del gasto directo de los clientes.

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