Son las especialidades médicas más deficitarias. La provincia de Alicante necesita incorporar en los próximos años facultativos de cirugía plástica, medicina familiar, medicina del trabajo y reumatología. Son las principales conclusiones a de un estudio interno de la Conselleria de Sanidad dirigido a orientar las necesidades futuras de profesionales en la Comunidad Valenciana. Y es que Sanidad prevé que de aquí a 2017 se jubilarán 1.485 médicos en las tres provincias, de los que 371 corresponderían a la provincia de Alicante. En estas especialidades, la Conselleria de Sanidad recomienda que se incremente el número de plazas de formación para que no haya un déficit de profesionales. Sin embargo, la última palabra a la hora de conceder plazas de formación a los hospitales siempre la tiene el Ministerio de Sanidad. La reposición de las plazas de médicos que se jubilan está limitada por el Gobierno central (10 por ciento en 2014 y 50 por ciento en 2015).
Medicina familiar es una de las especialidades con mayor carencia de profesionales en estos momentos y los coordinadores de los centros de salud tienen que hacer acrobacias para poder buscar médicos que cubran el periodo de vacaciones. Y es que los servicios de Urgencias, con mejores contratos laborales, absorben a buena parte de los jóvenes que salen de la facultad de Medicina. Además, muchos médicos de familia de origen extranjero que estudiaron la especialidad en España, están regresando a sus países de origen debido a la situación económica. Algo que también ocurre con médicos de familia de otras autonomías, que regresan a sus casas en busca de mejores oportunidades laborales.
Respecto a medicina del trabajo, «los últimos cambios normativos, que obligan a las grandes empresas a contar con estos profesionales, tirarán mucho de la demanda en los próximos años de una especialidad que apenas tiene presencia en los hospitales públicos», señala Juan Manuel Arriero, responsable de Formación en el Hospital de Sant Joan.
En el caso de medicina plástica, se trata de una especialidad que cada vez tiene más presencia en los hospitales públicos. «Estos cirujanos se encargan, por ejemplo, de la reconstrucción del pecho tras una mastectomía a pacientes con cáncer de mama», explica Arriero. También, añade, «a la cartera de servicio de Sanidad se han ido sumando intervenciones, como la reducción de pecho en caso de que las mujeres sufran problemas de espalda». A estas especialidades en las que la conselleria ha detectado que en un futuro próximo faltará personal, Arriero añade Urología, «una de las especialidades con la media de edad más alta».
El estudio también destaca algunas áreas en las que sería conveniente reducir las plazas de formación, dado que hay demasiados especialistas. Se trata de bioquímica clínica, cirugía cardiovascular, cirugía pediátrica, neumología, neurocirugía, análisis clínicos y psiquiatría.
En el caso concreto de la cirugía cardiovascular, Arriero explica que los «avances médicos permiten ahora realizar intervenciones complejas a través de cateterismos en las salas de hemodinámico o por radiología intervencionista».
