Guerra abierta entre el tripartito que gobierna el Ayuntamiento y el PP, que dirigía el ejecutivo las últimas legislaturas. La causa, los cambios en la tramitación del proyecto de Ikea, con la paralización por parte del Consell de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) para encajar el complejo de la multinacional sueca y un macrocentro comercial en Rabasa, y con la decisión del Ayuntamiento de desistir como parte codemandada en la denuncia de un particular contra la ATE.

«Nos llena de perplejidad y de franca preocupación la actuación tanto del Consell como del tripartito de Alicante, que están haciendo todo lo posible para que Ikea no venga y se pierdan los miles de puestos de trabajo que iba a traer. La estructura económica de Alicante no es suficiente para dar cobertura a las necesidades de empleo de la ciudad, con más de 33.000 parados, y la inversión foránea es fundamental», dijo el concejal y portavoz de los populares, Carlos Castillo.

El PP insiste en que desconoce si realmente existe una resolución firme del Consell que acredite la paralización del ATE para su estudio. Castillo recordó que cuando su partido gobernaba combatió las pretensiones de la promotora de la Actuación Territorial Estratégica, Alicante Avanza, mediante 280 páginas de alegaciones reduciendo la superficie comercial y aumentando el espacio de parque industrial, de acuerdo con el comercio, y con el dictamen de los consejos consultivos, es decir, el Consejo Social, el de Comercio y el de Sostenibilidad Medioambiental, y preguntó al tripartito si piensa utilizar este trabajo.

Sobre las nuevas ubicaciones que Urbanismo propondrá a Ikea para ubicar su tienda alternativas a Rabasa, como el entorno de Mercalicante o el polígono de Las Atalayas, Castillo dijo que habría que preguntar al tripartito si esto lo han consultado con los órganos citados o «si piensan hacerlo». Además, pidieron estar presentes en la reunión que los tres socios de gobierno mantendrán con representantes de la firma sueca del mueble el próximo día 17.

El alcalde, Gabriel Echávarri, salió al paso de las declaraciones y culpó al «empecinamiento» del PP «por hacer negocios más allá de la llegada de la tienda de Ikea» de que ésta no lleve ya seis años abierta en el PAU II. «Ahora dicen que estamos poniendo en riesgo empleos, que se perdieron cuando les metieron en la cabeza (a Ikea) ir al sitio donde ellos no querían ir», afirmó.

El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, declaró que el equipo se gobierno se lo va a poner muy difícil al macrocentro comercial y a la destrucción de empleo en el pequeño comercio, y muy fácil a una tienda de Ikea y al empleo que genere en las próximas negociaciones. Además, acusó al popular Castillo de mentir cuando éste dijo que el Ayuntamiento sólo figura como parte interesada y no como codemandado en el recurso de un particular contra el ATE. Pavón dijo que valorarán tanto la petición del PP como la del comercio de asistir a la reunión con Ikea del 17.