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De adoquinado a asfaltado en poco más de una década

El Ayuntamiento gasta 41.000 euros en cambiar dos calzadas pese a que no se estima urgente

El adoquinado que se colocó en la calzada de las calles César Elguezábal y Bazán, muy cerca del Mercado Central, coincidiendo con las actuaciones de urbanismo comercial del PAC Lucentum que se desarrollaron en el centro tradicional entre 2001 y 2004, han pasado a mejor vida. Los adoquines que se eligieron para embellecer la zona apenas han durado una década ya que se acaban de levantar para proceder al asfaltado de ambas vías con el fin de acabar con los problemas de baches y hundimientos que, según el Ayuntamiento, provocaba ese material. Sin embargo, vecinos del entorno y comerciantes estiman que, tras varios años pidiendo el cambio del suelo sin éxito por la falta de dinero, las calles no estaban ahora en su peor momento puesto que se habían realizado varias reparaciones. Hablan de electoralismo.

«Los vecinos llevan mucho tiempo quejándose porque se caían al cruzar pero desde el Ayuntamiento decían que no y que no, y ahora de repente lo vemos todo levantado. Se ve que se lo estaban guardando para las elecciones. No estamos en absoluto de acuerdo en que ahora se haga esta actuación porque, ¿cómo van a quedar las arcas municipales?», se pregunta la presidenta de la asociación de vecinos del Centro Tradicional.

La renovación de la calzada en César Elguezábal y Bazán tiene un coste de 40.993 euros, y el plazo de ejecución, a cargo de la empresa Becsa, es de diez días. En la primera las máquinas y los operarios trabajan desde el lunes y en la segunda han levantado el adoquín a la espera del asfaltado. «En las dos calles había muchos baches y hundimientos de diverso tamaño, un problema que era generalizado. Había mucho adoquín suelto y era un riesgo para los motoristas, las bicis, los coches y los peatones», explicó ayer el concejal de Atención Urbana, Andrés Llorens.

La empresa contratista rellenará la superficie con una base, procederá a compactar este material y colocará el asfalto encima, en una actuación similar a la que se hizo hace unos dos años en la calle Navas por el mismo problema. «El adoquín es muy bonito pero no funciona, quizá por el tipo de subsuelo. Había muchas piezas sueltas y suponían un problema de seguridad, podían saltar y dar a alguien», añadió el edil.

«Hubo problemas, el adoquín se hundió, lo levantaron y echaron arena. Se quedó bien pero como ahora son elecciones...», apuntó el encargado de un comercio de la calle Bazán, con el asentimiento de varios más. El presidente de la asociación Corazón de Alicante, Vicente Armengol, sí cree que había que remozar lo que está mal, independientemente de cuándo se haga. «Pero espero que no pongan sólo ahí el foco, y que se reparen otras zonas del centro tradicional, como el tramo de la calle Bazán que se quedó sin ejecutar en la obra del colector porque no había dinero, y la zona del Mercado Central. Porque las aceras de Capitán Segarra están reventadas».

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