Concepción necesita tomar a diario una medicación a raíz de un cáncer de tiroides que sufrió hace años. Sin embargo, en los últimos meses encontrar este fármaco en las farmacias de la ciudad de Alicante es casi imposible. Y es que la hormona tiroidea, como otros tantos medicamentos, prácticamente han desaparecido de las boticas o llegan con cuentagotas. Decenas de fármacos de uso frecuente se encuentran en esta situación, entre los que figuran antibióticos, antivirales, vasodilatadores, antihistamínicos, corticoides o fármacos para los mareos y para el dolor de cabeza. La Agencia Española del Medicamento, a fecha de ayer, tiene registrados 190 fármacos con problema de suministro. Muchos de estos medicamentos se tienen que solicitar directamente al extranjero debido a que en España es imposible encontrarlos. Los fármacos de uso hospitalario tampoco escapan a este desabastecimiento, como se muestra en el listado del Ministerio de Sanidad.
«Hace años que no sufríamos tantas faltas de medicinas», señalaba hace unos días un farmacéutico del centro de Alicante. Los motivos de este desabastecimiento, según explica este profesional igual que compañeros suyos consultados por este periódico, son sobre todo la continua bajada de los precios impuesta por el Ministerio de Sanidadbajada de los precios. «Con el sucesivo abaratamiento de las medicinas a muchos laboratorios ya no les es rentable vender sus productos en España y prefieren centrar el negocio en otros países donde estas medicinas son más caras», explica la farmacéutica Carmen Canales. Un ejemplo es el caso de la hormona tiroidea. En España el precio de venta al público de una de las marcas más conocidas, en la presentación de 100 microgramos, no llega a los 3 euros. «En Alemania se vende a 20 euros y en Francia a 15», señalaba recientemente un boticario alicantino. En el caso concreto de este fármaco, el problema ha venido a raíz la retirada de una de las marcas más importantes del mercado, lo que ha generado que numerosos pacientes hayan tenido que recurrir al fármaco de otro laboratorio, provocando problemas de abastecimiento ante el aumento de la demanda. No obstante, en las últimas semanas la situación se habría ido normalizando, según destacan desde varias farmacias consultadas.
Los pacientes son los más afectados por esta situación. Algunos medicamentos tienen un genérico, por lo que no hay mayor problema. Pero en otras muchas ocasiones no lo hay, así que el enfermo tiene que volver a su médico de cabecera para que le valore y le recete otro tratamiento.
La Academia de Ciencias Médicas y de la Salud de Cataluña ya alertó hace unos meses que crece el desabastecimiento de medicamentos, la mayoría baratos, cuyas existencias son insuficientes para cubrir las demandas. Según fuentes de la Academia, en la mayoría de casos son fármacos baratos que han dejado de interesar comercialmente a las farmacéuticas o bien han subcontratado su fabricación a países asiáticos que incumplen los plazos de suministro.
