El Colegio de Enfermería de Alicante mostró ayer su firme rechazo a que los farmacéuticos «asuman funciones que son propias de la enfermería, especialmente las de atención comunitaria». Estas críticas surgen a raíz de la negociación del acuerdo marco entre el Colegio de Farmacéuticos y la Conselleria de Sanidad con el que los boticarios esperan que se les reconozca para poder desarrollar determinadas funciones sanitarias, y poder cobrar por ellas. Entre estas destaca la de controlar a los pacientes con sintrom o acudir al domicilio de enfermos polimedicados para revisar sus botiquines y comprobar que siguen las pautas de medicación correctas.
Desde el Colegio de Enfermería señalaron ayer que «reconvertir las oficinas de farmacia en centros de salud no es una buena política de eficiencia económica». Recuerdan que las funciones que ahora reivindican los farmacéuticos «ya vienen realizándose desde atención comunitaria por parte de las enfermeras de este ámbito». El Colegio de Enfermería critica que se esté planteando «destinar nuevas partidas económicas a sufragar una actividad para la que los profesiones de enfermería están especialmente formados y capacitados para ella desde su formación de pregrado».
La institución recuerda también que la realización de técnicas invasivas en los pacientes «no es una competencia reservada a todos los profesionales sanitarios, por lo que habría que estudiar muy en detalle y detenidamente» todo aquello que se plantee en el ámbito del citado acuerdo marco que se está negociando.
