La paciencia se agota. Las organizaciones empresariales de la Comunidad Valenciana se unieron ayer para decir basta y exigir al Gobierno que dote de más presupuesto el proyecto del Corredor Mediterráneo, porque ya no estará ejecutado ni en 2015 en Valencia, ni un año más tarde en Alicante, hipotecando, según la patronal valenciana, el futuro económico de la zona donde se genera el 44% del PIB.
Los empresarios siguen esperando la llegada de la ministra Ana Pastor, que se comprometió a visitar las obras del corredor. Federico Félix, presidente de la Fundación Pro-AVE, primera que reivindicó la llegada de la alta velocidad a la Comunidad Valenciana, lo dejó claro. «Esperemos que la ministra Ana Pastor venga a visitar las obras y dar explicaciones. Si no, formaremos una fila entre todos e iremos allí y diremos una barbaridad, porque a veces no se puede con buena educación», aseguró el empresario. Félix hizo un llamamiento a «la sociedad valenciana, que históricamente ha estado dormida, para entender que se juega su futuro inmediato. Por eso no pararemos ante esta injusticia. Si hace falta habrá que salir a la calle a protestar, la sociedad, que al final es soberana, y suplantar a la clase política. Y si no nos hacen caso, sólo nos quedará darles las llaves de la Comunidad Valenciana y decirles: Tomad, hijos de no sé qué», reivindicó Félix.
El presidente de la Fundación Pro-AVE, Federico Félix, y su homólogo en la Asociación Valenciana de Empresarios, Vicente Boluda, advirtieron ayer al Gobierno de que el retraso que sufre la ejecución del Corredor Mediterráneo, tanto el carril para mercancías como la transformación de la plataforma de pasajeros a ancho internacional, amenazan con bloquear la salida de la crisis y el futuro económico de la Comunidad Valenciana. Fomento ya no fija fechas oficiales (a Alicante no llegará hasta 2017), y ayer la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, admitió que el proyecto puede retrasarse seis meses más, aunque haya 17 contratos adjudicados.
Algo que no convence a los empresarios y, entre otros, a Federico Félix, que no tuvo pelos en la lengua y afirmó que se están desviando fondos para otras líneas de Alta Velocidad, en relación, sin citarlas, a las inversiones en Galicia, tierra natal del presidente Mariano Rajoy y donde veranea la ministra Pastor. Los empresarios justificaron su reivindicación y denuncias en los resultados de un informe de la Universidad de Valencia, que asegura que si no se ejecuta el corredor antes de 2020 los costes del transportes para sacar las mercancías desde la Comunidad y Murcia hacia Europa se habrán encarecido un 37%. Los expertos sostienen que la ejecución del corredor tiene la trascendencia que tuvo para el eje la construcción en 1962 de la A-7.
Federico Félix criticó que «la Comunidad Valenciana no pinte nada en Madrid. Nos jugamos mucho, debemos movilizarnos ante la falta de voluntad del Gobierno, porque hablamos de un área donde se genera el 44% del PIB español. A este paso es mejor que se entreguen las llaves de la Comunidad a Madrid y que gobiernen ellos».
El presidente de Pro-AVE y de la Federación Agroalimentaria, Federico Félix, considera que el retraso del corredor no se debe a problemas técnicos. «Es mentira, en referencia a los problemas técnicos, lo que falta es voluntad política y poner el dinero», opinó. Félix recordó que ya han mantenido tres reuniones con Ana Pastor y con Adif en las que «nos dieron un café y agua, pero salimos igual que antes, con los bolsillos vacíos. Sólo nos faltó llegar a las manos con la ministra».
Falta presupuesto
Por su parte, el presidente de AVE, Vicente Boluda, apuntó que «lo más grave no es que la ministra Pastor no haya venido a visitar todavía las obras del AVE entre Alicante, Valencia y Castellón, tal como nos prometió. Lo más grave es que la dotación presupuestaria no es suficiente para acabar el corredor en los plazos acordados y eso supondrá un impacto negativo para España, porque la Comunidad Valenciana es uno de los principales focos de riqueza del país».
Boluda consideró estratégico que el corredor llegue a Valencia y Castellón en 2015 y a Alicante en 2016, algo que ya ni Fomento puede garantizar.
