El Ayuntamiento de Alicante está estudiando la posibilidad de ampliar a partir de septiembre el contrato de limpieza de la ciudad para que las calles de los barrios vuelvan a barrerse todos los días y no en días alternos, como viene ocurriendo desde que hace casi un año entrara en vigor la nueva contrata. El principal escollo para llevar a cabo esta modificación del contrato es la disponibilidad presupuestaria, ya que desde Atención Urbana calculan que supondría un desembolso extra al año de alrededor de un millón de euros, que se sumarían a los casi 32 millones que cuesta el servicio al año actualmente.
Aunque desde el equipo de gobierno local esgrimen que el objetivo es dar respuesta a las crecientes quejas ciudadanas por la falta de limpieza en la ciudad, para el PSOE es «la constatación de que se hizo un pliego a la medida de Enrique Ortiz, muy ajustado y limitando las bajas económicas para que nadie se presentara, con la intención de modificarlo después por la puerta de atrás para beneficiarle más». Así lo asegura el concejal socialista Gabriel Moreno, quien incide en que «lo que debe hacer el Ayuntamiento es controlar que la empresa concesionaria al menos cumpla con lo que marca el pliego de condiciones».
Al respecto, el concejal socialista asegura que «se paga suficiente para que la ciudad esté limpia».
Según Moreno, la ampliación del contrato que pretende llevar a cabo el Ayuntamiento supondría un desembolso extra de 1,6 millones de euros, al tener que destinar 32 operarios más. El concejal de Atención Urbana, Andrés Llorens, indica que, según los técnicos municipales, el importe sería menor, de entre 850.000 euros y un millón de euros. Llorens incidió en que antes de negociar con la empresa la ampliación del contrato se ha solicitado un informe jurídico sobre la viabilidad de la modificación y se está buscando disponibilidad presupuestaria para poder llevarlo a cabo. «Si no se pudo hacer antes -contratar los barridos diarios- fue por la situación económica del Ayuntamiento», aseguró Llorens, quien añadió que «la intención del equipo de gobierno es volver al barrido diario en los barrios cuando se pueda, pero no nos vamos a gastar ni un euro sin que haya consignación presupuestaria para ello». En cuanto a las críticas del PSOE, Llorens incidió en que el contrato «no se ampliará a cambio de nada, sino para beneficiar a los vecinos por ser una reclamación muy justa».
De poder habilitar presupuesto para ello, la ampliación del contrato se llevaría a cabo en septiembre, coincidiendo con el cumplimiento del primer año del contrato, cuando el pliego contempla la posibilidad de realizar una revisión del servicio. Moreno acusa a Llorens de «mentir» cuando dijo que la contrata «era un todo incluido con riesgo y ventura para la empresa» y le instó a exigir a la mercantil «que asuma el coste de una reordenación del servicio para garantizar la calidad». En su opinión, «desde el principio Llorens era consciente de que el contrato se iba a ampliar con posterioridad» y consideró que «se estafa» a los ciudadanos.
