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El bloqueo del Júcar-Vinalopó condena a 300.000 alicantinos a consumir agua salinizada

El Ministerio de Agricultura supedita ahora la recuperación de la toma potable de Cortes de Pallás, pactada en marzo, a un informe de un centro hidrológico público

La sequía ha desatado la alarma en la provincia LOINO

El Instituto Interuniversitario de Geografía de la Universidad de Alicante ha presentado esta semana un informe al secretario de Estado de Agua, Federico Ramos, en el que le advierte que si el Ministerio de Agricultura no accede a construir la segunda toma del agua del Júcar-Vinalopó en Cortes de Pallás, el proyecto no cumplirá el objetivo para el que se diseñó, y condenará a 300.000 alicantinos, fundamentalmente residentes en las comarcas del Medio y Alto Vinalopó, a seguir abasteciéndose de agua de acuíferos sobreexplotados, y cuyo caudal está salinizado.

El encuentro se produjo en Villena y en el mismo, el catedrático de Geografía Regional y exrector de la Universidad de Alicante, Antonio Gil Olcina, y el director del instituto, Antonio Rico, expusieron al secretario de Estado y a la presidenta de la Confederación del Júcar, María Ángeles Ureña, que la única solución viable está en Cortes de Pallás. Para ambos expertos, la propuesta del Consell de derivar caudales del embalse de Alarcón sólo se puede aceptar como una medida provisional.

Agricultura ha vuelto a ensombrecer esta semana la solución final, ya que, contrariamente a lo que expuso el exministro Arias Cañete cuando a finales de marzo logró el respaldo de los agricultores alicantinos al nuevo plan del Júcar -recuperación de la toma de Cortes en seis meses-, ahora todo se ha quedado pendiente del informe de un centro de estudios del ministerio, en el que figuran técnicos que apoyaron el cambio de la toma del agua en el Júcar-Vinalopó.

La Junta Central de Usuarios ha optado por la prudencia y se muestra convencida de que al final habrá toma. La Universidad, sin embargo, no lo tiene tan claro, debido a que, según demuestran los análisis de la Confederación Hidrográfica del Júcar, el agua que se toma en Cullera -única toma potencialmente operativa en estos momentos- presenta índices elevados de pesticidas durante buena parte del año, lo que desaconsejan su uso para el regadío de hortalizas y, por supuesto, para el abastecimiento de la población.

El secretario de Estado de Agua, Federico Ramos de Armas, anunció el miércoles a la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó, que el Ministerio de Agricultura está estudiando de nuevo el proyecto para recuperar la toma de agua de Cortes de Pallás para el trasvase Júcar-Vinalopó y que sólo si los informes del Cedex son favorables habrá infraestructura. Algo a lo que siguen oponiéndose los regantes de Valencia y no ha defendido con fuerza el Consell, cuyo vicepresidente, José Císcar, titular de Agricultura, también participó en el encuentro celebrado en Villena.

Ramos de Armas explicó a los miembros de la Junta Central el contenido del nuevo plan del Júcar que abre la puerta a la única toma que haría viable el trasvase para todos los usos del agua, tal como reclaman los usuarios del agua en Alicante y exige la Unión Europea, que financió la obra con 120 millones de euros. Al menos, Federico Ramos de Armas conoció de primera mano cual es la trascendencia del problema del agua en la provincia, ya que se reunió con los agricultores y con los catedráticos Antonio Gil Olcina y Antonio Rico, expertos independientes que defienden también la toma de Cortes como única solución y así se lo trasladaron al númer0 2 de la nueva ministra Isabel García Tejerina.

En estos momentos y con una sequía que ya ha producido 60 millones de euros de pérdidas, el Ministerio de Agricultura se muestra bloqueado en todo lo relacionado con el Júcar-Vinalopó. Tras llegar a un acuerdo provisional con la Junta para activar la toma del Azud de la Marquesa y enviar 15 hm3 dirigidos a salvar el arbolado, nadie sabe cuando se reanudará el trasvase. ¿Motivo? Diecisiete meses después siguen sin repararse las fugas en el embalse de San Diego (Villena), puerta de entrada del agua.

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