«Quizá los centros con alto poder adquisitivo puedan sumarse al programa experimental de trabajar con tabletas desde quinto de Primaria, pero los que no tengan medios se van a quedar atrás». Las tres federaciones provinciales de padres de alumnos, de centros tanto públicos como concertados, coincidieron ayer en su análisis sobre la normativa que abre la posibilidad de que todos los centros que lo deseen, y así lo apruebe su consejo escolar, sustituyan el curso que viene los libros de texto por tabletas para los alumnos de quinto de Primaria, pero pagándolas los padres.

«No nos parece nada bien que se obligue a los padres a costear el experimento. Ya que Educación ha eliminado las becas de libros, lo suyo sería que pagara las tabletas de los centros que se sumen progresivamente. Lo debería costear la conselleria», concreta Julia María Llopis, de la Fapa Escuela y Familia.

«Las familias están encantadas de que se trabaje con tabletas y nuevas tecnologías en el aula en general, pero no tanto con la forma de implantarlas, porque llevar a cabo esta iniciativa sin recursos supone que sólo se promocione su uso entre una parte de la población, la que lo puede pagar. Es una medida discriminatoria que acentuará las diferencias de rendimiento entre unos centros y otros, y ahora al amparo de la LOMCE porque contempla los ranking de centros y este programa experimental puede influir en los resultados», subraya la presidenta de la Fapa Enric Valor, Sonia Tirado.

«No todos los centros tienen las tecnologías y medios para acogerse a este programa, de forma que la administración debería esforzarse si ve que supone tanto avance, porque le toca gestionar y debe poner los fondos al servicio de su experimento», abunda Ramón López, presidente a su vez de la Fapa Gabriel Miró.

Asimismo apuntan sobre la necesidad de formar al profesorado previamente en el uso de las nuevas tecnologías. «Desgraciadamente los niños nos dan vueltas a muchos padres y docentes y la conselleria debería acentuar el reciclaje docente general en este sentido», coinciden López y Tirado.

También desde el sindicato docente STEPV reclaman a Educación que pague las tabletas y aumente la velocidad de conexión a internet en los centros.