El Ayuntamiento de Alicante ha paralizado las obras que se estaban realizando para transformar en un hotel de lujo un palacio protegido del siglo XVIII a las espaldas de la Concatedral de San Nicolás porque se estaban ejecutando sin la preceptiva licencia municipal. Así lo constató la Policía Local en una inspección que ha dado pie a que la concejala de Urbanismo, Marta García-Romeu, firmara ayer un decreto paralizando los trabajos.
Las obras -en la calle Miguel Soler, 22- están promovidas por la empresa Hotel Alicante Siglo XVII, de la que es administrador Luis Castillo, expresidente del Lucentum. Desde la mercantil confirman que, tal y como ya avanzó este diario, su intención es rehabilitar el Palacio de Die para reconvertirlo en un hotel de lujo enclavado en el entorno de la ConcatedralPalacio de Die. Se trata de un inmueble del siglo XVIII catalogado como Bien de Relevancia Local, lo que limita las obras que se pueden acometer y hace necesaria la autorización de la Conselleria de Cultura.
Desde la Concejalía de Urbanismo indican que la mercantil había solicitado la licencia de obras, pero confirman que no estaba concedida porque faltaba que aportaran documentación, entre ella un permiso de Cultura. Pese a ello, en el interior del inmueble se han estado realizando obras. Al tener conocimiento de esta circunstancia, la Policía Local realizó una inspección a última hora de la mañana del martes y levantó un acta de denuncia por realizar obras sin licencia, confirmaron desde Urbanismo. Las mismas fuentes corroboraron que en la mañana de ayer se firmó un decreto ordenando la paralización inmediata de los trabajos.
Los policías pudieron constatar cómo en el interior del edificio se estaban realizando obras de redistribución mediante tabiques en las plantas baja, primera, segunda y en el local anexo, así como obras de fontanería y electricidad y en techos y suelo. Los agentes reflejan en su acta que también se ha demolido una escalera que comunica con el edificio. Por su parte, fuentes de la mercantil Hotel Alicante Siglo XVII negaron que se hubiera demolido escalera alguna. En cuanto a la paralización de los trabajos, sostienen que ha sido voluntaria tras el acta levantada por la policía hasta que reciban el informe de Cultura que, según afirman, les permitiría obtener la licencia.
El decreto de la edil de Urbanismo es claro, no obstante, al ordenar la suspensión inmediata de las obras y en advertir que, en caso de no hacerlo, la Policía Local las precintará. Se les requiere, además, para que en el plazo de dos meses puedan obtener la licencia correspondiente. En el decreto también se advierte de que el procedimiento puede desencadenar en medidas sancionadoras o restauradoras.
Y es que ahora los técnicos municipales deberán valorar si las obras realizadas son legalizables, lo que dependerá de si se ajustan a lo que marca la normativa para los edificios con esta catalogación.
Según la ficha que figura en el catálogo de la revisión del Plan General, únicamente se admiten obras de restauración y conservación para la mejora del estado del inmueble -que se encuentra muy deteriorado-, pero pueden autorizarse la reposición o reconstrucción de elementos siguiendo soluciones constructivas de la época y obras excepcionales de redistribución del espacio interior sin alterar sus características.
El edificio se enclava en pleno Casco Antiguo, en el entorno de protección de la Concatedral, un lugar de gran valor arquitectónico y también arqueológico. De hecho, justo enfrente -en la calle San Nicolás, 8- siguen paralizadas las obras en un edificio a la espera de que Cultura estudie los restos arqueológicos hallados durante los trabajos, como confirmaron las mismas fuentes urbanísticas.
