El concejal de Tráfico y Transportes, Juan Seva, se escudó ayer en la existencia de informes técnicos para mantener la negativa del equipo de gobierno de Alicante a permitir que autobuses lanzadera conecten la estación del AVE con Benidorm y otros municipios de la provincia. Ante las críticas del presidente de la patronal hotelera Hosbec, Antonio Mayor, asegurando que la alcaldesa alicantina, Sonia Castedo, había «perdido el juicio» al no permitir los enlaces regulares desde la terminal ferroviaria de la capital a los principales destinos turísticos, Seva esgrimió que hay estudios técnicos que demuestran que estas lanzaderas «perjudicarían bastante y congestionaría más la circulación» en la avenida de Salamanca y de la Estación.

Según el concejal, en base a ello «se denegaron las lanzaderas regulares hacia Benidorm y otros municipios como Torrevieja y Santa Pola». Una postura que, según incidió, «no puede cambiar porque la estación del AVE está donde está y no tiene capacidad para ello». El edil de Tráfico añadió que «para ello hay una estación de autobuses muy próxima a la de Renfe», suscribiendo así las declaraciones que hace unos días realizó la propia Castedo, quien ayer no valoró las declaraciones realizadas por Mayor.

Por otro lado, los datos facilitados por Renfe a los hoteleros de la Costa Blanca en todas las reuniones mantenidas hasta la fecha, revelan que el 60 por ciento de los viajeros que utilizan el tren de alta velocidad Madrid-Alicante no tienen como destino la capital sino que acaban desplazándose a otros municipios de la provincia. Los empresarios de Benidorm insistieron ayer en que la terminal de Alicante no puede seguir durante más tiempo «de espaldas a la provincia» y argumentaron que el volumen de pasajeros que acaba desplazándose a otras localidades es «un motivo de suficiente peso» como para que ya estuviera funcionando el billete combinado Madrid-Benidorm y Madrid-Torrevieja.

De hecho, según los cálculos de Renfe, un total de 1.002.813 personas utilizaron en 2013 esta línea de AVE durante sus primeros siete meses de funcionamiento, por lo que cerca de 600.000 se dispersaron después hacia otras zonas pese a las complicadas conexiones existentes, por ejemplo, en el caso de Benidorm.

Los taxistas manejan unos datos aún mayores. «De cada cien personas que llegan a Alicante en tren más de 30 no se quedan en la capital; se desplazan a otros puntos de la provincia en distintos medios», según estima la asociación alicantina de Radio-Teletaxi. Los destinos más frecuentes son Benidorm, Dénia, Calp, Torrevieja o Santa Pola, poblaciones eminentemente turísticas, que, incluso, en temporada alta, llegan a absorber mayor volumen de viajeros que se desplazan en AVE. «Ahora en junio, por ejemplo, podría situarse en el 70%», asegura el presidente de los taxistas alicantinos, Pablo Moreno, quien matiza, no obstante, que el porcentaje varía mucho, dependiendo de la fecha del año e, incluso, de los días del mes en que se realice el viaje.