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De suelos mareantes a escaleras de lunares

La plaza Pío XII ha aparecido esta mañana con una pintada en el suelo denunciando el descontento con la obra

Imagen del pavimento de colores elaborado por la artista Ester García en las escalinatas de la calle Empecinado pilar cortés

De las setas de la calle San Francisco y la polémica remodelación de la rotonda del Milenio a las serpenteantes rayas de la plaza Pío XII, que según los enfermos de epilepsia pueden provocarles ataques, pasando por los círculos de colores de la calle Empecinado que, a simple vista, pueden parecer lunares o pelotas cayendo por los escalones. En Alicante se suceden proyectos que afectan directamente a su estética y que son ejecutados por diferentes concejalías sin que exista un plan integral que fije criterios comunes y directrices generales para el diseño y desarrollo de la ciudad.

Una herramienta que reivindican desde el Colegio de Arquitectos para evitar la actual «amalgama de actuaciones puntuales e inconexas», como las califica su presidente, Antonio Maciá. En su opinión, debe tenerse en cuenta el asesoramiento de expertos, puesto que plantea que el plan se elabore por «un equipo multidisciplar coordinado que cree un concepto de ciudad».

Alicante, según afirma, carece de ese plan que plantea. Además, aunque el Ayuntamiento dispone de una Concejalía de Imagen Urbana, creada expresamente por Sonia Castedo tras acceder a la Alcaldía, el área no se ha dotado del peso suficiente para poder ser un elemento vertebrador del diseño de todas las actuaciones que acometen las diferentes áreas municipales y que afectan a la estética e identidad de la ciudad.

Según el presidente de los arquitectos, que asegura coincidir con las críticas del reconocido arquitecto Juan Antonio García Solera, en la ciudad «se toman decisiones autónomas y puntuales que no encajan en un orden». Al respecto, incide en que hace falta «un criterio de unidad» para «planificar» el desarrollo de la ciudad y acabar con el «caos». Con la creación de este plan que plantea, en el que quedasen plasmados unos criterios generales, «daría igual que concejalía acometiera el proyecto siempre que se siguiesen esas directrices consesuadas por un comité multidisciplinar». Unos criterios en los que, asegura, debería priorizarse el respeto al patrimonio de la ciudad.

En la ciudad cada concejalía diseña la imagen de sus propios proyectos. Por ejemplo, el área de Imagen Urbana que dirige el concejal Adrián Santos lleva adelante actuaciones como murales y pavimentos con diferentes temáticas en las calles Bailén, Maldonado y Empecinado o en la fachada del parking de Canalejas dentro de una iniciativa para «revitalizar algunas zonas», como sostiene el edil, quien asegura que en su ejecución se ha tenido en cuenta el asesoramiento de artistas locales y de una galería de arte.

En otras actuaciones, como el polémico diseño de la plaza de Pío XII, han sido los técnicos municipales del área quienes se han encargado del diseño inspirándose en un espacio urbano de Copenhague. También los técnicos, atendiendo según el concejal a una reivindicación de vecinos y comerciantes, han diseñado la remodelación de la plaza de Balmis, de la que discrepan varios colectivos.

El área de Imagen Urbana no interviene, no obstante, en el diseño de otras actuaciones que afectan directamente a la imagen de la ciudad y que se llevan a cabo por otras áreas municipales, como Tráfico o Atención Urbana. Es el caso, por ejemplo, de las polémicas setas de la calle San Francisco incluidas en un proyecto de peatonalización acometido por la Concejalía de Tráfico que dirige Juan Seva, quien también es el artífice del proyecto para remodelar la rotonda del Milenio. En el caso de las setas, que tantas críticas ha recibido por parte de arquitectos, Seva defiende que el diseño «da respuesta a la petición de vecinos y comerciantes y se ha conseguido revitalizar la calle, por la que ahora pasan cientos de personas cada día».

Los expertos destacan también el conglomerado de elementos que confluyen en el paseo del Puerto y que, si bien es una zona que depende de la Autoridad Portuaria, afecta directamente a la imagen de la ciudad.

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