La manifestación que ayer por la tarde cerraba la jornada de huelga general en Alicante fue calificada de "histórica" y como "la más importante" de las seis convocadas contra los recortes y la reforma laboral, según aseguraron los sindicatos UGT y CC OO, cuyos dirigentes cifraron en 100.000 el número de participantes, aunque la Policía rebajó la asistencia hasta los 40.000. Por la mañana, en Elche, Alcoy y Elda, las centrales también salieron a la calle en unas marchas que congregaron a unas 6.000 personas, según fuentes policiales de Elche y Elda, y unas 4.000, en el caso de Alcoy. No obstante, los convocantes elevaron estas cifras hasta las 20.000, 10.000 y 6.000, respectivamente. Además, en otras localidades de la provincia como Orihuela, Ibi o Benidorm también se realizaron distintas concentraciones.

Las críticas a la política de recortes del Gobierno, el rechazo a la corrupción y la nueva normativa laboral fueron las consignas más coreadas a lo largo de la manifestación celebrada en la capital, que se inició hacia las 18.45 de la tarde desde la Estación de Renfe, discurrió por la avenida de la Estación, la plaza de Los Luceros, la avenida de Alfonso X El Sabio y llegó al final de Rambla en una hora, aproximadamente, dada la masiva participación.

De hecho, cuando la cabecera de la protesta ya había llegado al final del recorrido, los participantes que se encontraban en la cola de la manifestación iniciaban entonces la marcha y los dirigentes sindicales tuvieron que esperar largo rato hasta que llegó el grueso de los participantes. Entre éstos también se encontraban parados, amas de casa, jubilados, profesores, estudiantes, funcionarios de distintas administraciones y trabajadores, que rechazaban la reforma "porque recorta derechos laborales y sociales".

La "marea humana" que recorría el centro de Alicante también reclamaba "un futuro para los jóvenes", como aseguraba Antonio, un jubilado de 68 años, al igual que Rosario, un ama de casa de 66 años, antes de iniciarse la protesta. La marcha discurrió sin incidentes y en un ambiente tranquilo con numerosos pitidos y cánticos. En un momento determinado, cuando la cabecera -que portaba una pancarta que rezaba "Volen acabar amb tot"- pasaba a la altura del Edificio Prop de la Generalitat los dirigentes sindicales corearon: "Aquí está la cueva de Alí Babá".

Después, en sus discursos, Óscar Llopis y Consuelo Navarro, secretarios generales de UGT en l´Alacantí y de CC OO en l´Alacantí-Les Marines, respectivamente, rechazaron la "destructiva" reforma laboral porque "no creará empleo", según Navarro, quien al igual que Llopis se refirió a la patronal y grandes empresas como "piquetes empresariales" por "intentar hacer disminuir el seguimiento de los paros". Llopis también advirtió de que la huelga "no es el punto final, sino un punto y aparte, si el Gobierno no cambia" la normativa y criticó que el pequeño comercio no se hubiera adherido, "pese a que sus clientes son los trabajadores y no los grandes empresarios o banqueros".

La convocatoria de los sindicatos fue apoyada por representantes políticos como Ximo Puig, Elena Martín, Manuel Mata, Francesc Romeu y Leyre Pajín, (PSOE), así como Lluis Torró, Esther López y Miguel Ángel Pavón (EU), Mireia Mollá (Compromís) y dirigentes de Esquerra Republicana y del PCPE.

Coepa lamenta el daño en la imagen exterior

Tras minimizar la repercusión real de la huelga, el secretario general de Coepa, Javier López Mora, lamentó ayer el daño "a nuestra imagen exterior" que puede causar la protesta. Además, aseguró que "en una situación de profunda recesión económica, infligir un daño económico más -en referencia a la huelga- ni nos favorece, ni nos podemos sentir orgullosos de ello". efe