Berta está contenta porque, tras superar la prueba de grupo, ahora está pendiente de la entrevista individual que la puede llevar a alcanzar uno de los 187 empleos que ofrece la cadena textil irlandesa Primark para la tienda que tiene previsto abrir en marzo en Alicante. No es fácil conseguir uno de los puestos porque sólo uno de cada 20 aspirantes logrará el trabajo. Las pruebas, que se iniciaron el lunes, se prolongarán hasta finales de febrero para entrevistar a los 4.000 candidatos.

Peor lo han tenido en Elche los 13.000 aspirantes a uno de los 135 empleos que oferta Leroy Merlin para la tienda que abrirá en abril entre los que ya se ha preseleccionado a 1.400 personas.

En Alicante, de momento, los encargados de seleccionar al personal, empezaron ayer por reunir a los aspirantes en grupos de 12 ó 13 y efectuar una primera criba. Vicente y Diego salen desilusionados de las instalaciones de la Agencia Local en Puerta Ferrisa. "Me han dicho que ya no hace falta que vuelva", señala Vicente, un hombre de mediana edad que lleva dos años en paro tras haber trabajado de administrador "y con un torero hasta que se retiró".

Diego tampoco ha tenido suerte. Hace dos meses perdió su trabajo en Inusa donde estuvo 9 años. Cuentan que les han puesto un vídeo y, tras pulsar las impresiones de cada aspirante, han realizado una preselección para la siguiente fase.

Ana es una de las afortunadas y al salir de las oficinas se le ve ilusionada. "Yo trabajaba de camarera y llevo nuevo meses en el paro. Mi marido no trabaja y tenemos 3 hijos así que imaginad si necesito el trabajo", señala sonriendo porque tiene que volver para la entrevista personal. Berta Esteban también ha sido preseleccionada. Cajera en el Corte Inglés, fue una de las afectadas por los recortes hace un año y espera con ilusión volver a trabajar. "Si me dan el empleo, os saludaré si venís a la tienda porque no olvido las caras", dice riendo.

Mientras hablamos, grupos de personas entran y salen de las oficinas. "Es normal que se presente tanta gente porque nadie ofrece trabajo. No hay donde buscar", dice Eric Valcárcel, de 26 años que acaba de perder su empleo y el lunes empieza en el paro. Junto a él, Jonatan Aparicio espera tener suerte. Este joven de 25 años que trabajaba de celador en un hospital está dispuesto a lo que sea por un trabajo. "Todo me va bien. Cajero, dependiente, reponedor... Da igual. Lo importante es trabajar".