El presidente de Ryanair, Michael O´Leary, rechazó ayer la última oferta de Aena para mantener, también durante la próxima temporada alta (abril-octubre), una parte de las operaciones de embarque y desembarque en los aviones a pie en El Altet, y confirmó la cancelación de la mitad de los enlaces que operó el año pasado, lo que se traducirá en suprimir 300 vuelos semanales en el aeropuerto provincial. La decisión afectará a 18 destinos que mantuvo operativos el verano pasado, y que desaparecen definitivamente como es el caso de los vuelos con Madrid, Zaragoza, Sevilla o, por ejemplo, Palma.

Como en todas sus comparecencias públicas en Alicante para hablar de los recortes y su contencioso con Aena, el presidente de la aerolínea irlandesa volvió a dejar abierta una puerta a la reprogramación. "Si el aeropuerto da marcha atrás y nos deja operar todos los vuelos a pie, que es la única fórmula para hacerlos rentables, tenemos todo el mes de febrero para volver a incluir El Altet en nuestro calendario. De no ser así, los aviones se irán a las bases de Palma y Barcelona", espetó O´Leary, que calificó de "estupideces" todas las soluciones propuestas por Aena. El embarque del 50% de sus vuelos a pie o la utilización del autobús para mover a sus pasajeros entre la terminal y los aviones.

Además, el presidente de Ryanair sacó, todavía, un nuevo "as". Si Aena cede o el juez de Elche que lleva el caso le da la razón la aerolínea asumirá los vuelos Alicante-Barcelona que han desaparecido por el cese de operaciones de Spanair. O´Leary emplazó, incluso, al personal de Spanair que se quedará en el paro a enviar "currículos" para recolocarse en la compañía con sede en Dublín.

Aena y Ryanair volverán a verse la caras el próximo martes en el tribunal de Elche que, hasta el momento, ha desestimado las medidas cautelares (embarque a pie) que reclamaba la compañía mientras se resuelve la demanda mercantil contra Aena. El martes se celebra el juicio, y habrá que esperar la sentencia, aunque ayer O´Leary dio por hecho, equivocadamente, que se produciría el mismo día, algo prácticamente imposible.

No obstante, el presidente de Ryanair reiteró que si el magistrado le da la razón, o Aena cambia de opinión y le deja embarcar a pie, volverá a programar los 18 destinos que ha suprimido para el verano. Una decisión que, según la compañía, provocará un descenso de 1,5 millones de pasajeros, la pérdida de 1.500 empleos directos e indirectos y 30 millones de euros en pérdidas.

O´Leary, que sí paga el uso de las pasarelas telescópicas en Palma de Mallorca, donde ha trasladado parte de su base en El Altet, se ha tomado el conflicto con Aena en Alicante como algo personal. "No estamos dispuestos a pagar la catedral que se ha construido para satisfacción de los políticos. No nos creemos las razones de Aena sobre la seguridad de las operaciones y tampoco estamos dispuestos a embarcar en autobús, porque supondría un sobrecoste de 3 millones de euros", señaló el presidente de la aerolínea con sede en Dublín.

"Como consecuencia de la decisión abusiva de Aena de obligar a Ryanair a utilizar las innecesarias pasarelas telescópicas, el aeropuerto de Alicante perderá 6 aviones, 18 rutas, 1,5 millones de pasajeros y 1.500 puestos de trabajo en el periodo de noviembre de 2011 a octubre de 2012. Esta pérdida de tráfico supondrá a Aena Alicante cerca de 30 millones de euros anuales (en tasas por usuarios e ingresos comerciales) y al mismo tiempo la pérdida de 1.500 empleos en la provincia de Alicante", sentenció O´Leary.

Implacable

El presidente de Ryanair, volvió a mostrar ayer su carácter irreductible con Aena. No le ha temblado la mano para machacar su base en Alicante -de los 11 aviones pernoctando en Alicante el verano pasado se pasará a 5 el que viene- y trasladar parte de sus operaciones a Palma, rival directo de la Costa Blanca en la lucha por captar turismo de "sol y playa". Y todo, según el mandamás de Ryanair, "porque Aena intenta recaudar dos millones de euros de Ryanair por el uso innecesario de las pasarelas telescópicas".

El propietario de la aerolínea volvió a rechazar las razones esgrimidas de Aena apelando a cuestiones de seguridad reiterando que "la mayoría de los embarques en los aeropuertos españoles y en otros países de la UE se realizan sin pasarelas con la máxima seguridad para los pasajeros". O´Leary negó, también, la versión de Aena de que los recortes practicados ya estaban planificados. "Una afirmación falsa. La retirada de los vuelos se debe a que nos negamos a pagar las pasarelas porque son innecesarios y nos sentimos estafados porque no son las condiciones que acordamos cuando comenzamos a operar en 2007".

Por su parte, el director del aeropuerto, Santiago Martínez-Cava, volvió a trasladar a Michael O´Leary, que la decisión de utilizar las pasarelas se basa exclusivamente en motivos de seguridad aeroportuaria, Martínez-Cava reiteró su oferta de facilitar al máximo las operaciones a pie pero siempre con un límite. No le convenció.