La romería a Sant Antoni de Alcoy vio repercutida la asistencia en la mañana de ayer ante la prohibición en la realización de hogueras. Aunque las previsiones por parte del Consistorio apuntaban a una reducción de asistentes, los participantes disfrutaron de la jornada y de la buena meteorología que hizo que los actos se desarrollaron con normalidad.

A primera hora de la mañana, los escasos romeros que participaron en la subida arrancaban desde el párking del polideportivo Francisco Laporta hacia el paraje de Sant Antoni. Más de cincuenta caballos protagonizaron la subida como es habitual en este tradicional acto.

La prohibición en la realización de fuego quitó magia a «la rostida», que habitualmente se ha venido realizando año tras año, además de la notable reducción de participación.

A la llegada al paraje los participantes sacaron los bocadillos de sus mochilas y se dispusieron a reponer fuerzas aunque con un sabor mucho más frío que en años anteriores.

La mañana siguió entre música y juegos tradicionales, a cargo del grupo Barxell y el Grup de Danses Sant Jordi, quienes se encargaron de amenizar la jornada.

Hacia el mediodía se reforzaba la asistencia ya que muchos vecinos utilizaron el autobús para acudir a la misa que se celebró en honor a Sant Antoni en la ermita del paraje.

El edil de Fiestas, Raül Llopis, destacaba que «desde el consistorio nos esperábamos esta reducción de asistencia pero aún así las cifras han sido mejores de lo que creíamos». Indicaba que aunque esta prohibición quita parte de la esencia de esta cita alcoyana hay que adaptarse a la normativa y remodelar la actividad.