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Alcoy, como un queso gruyer

El centro de la población es testigo, cada vez más, de derribos controlados o hundimientos de viviendas dejando el corazón del casco antiguo con imágenes de varios solares

Las últimas casas cayeron en la calle El Camí tras los temporales de lluvia. e. j.

Hay una vía urbana que es especialmente emblemática en Alcoy: la parte alta de San Nicolás, conocida como Sant Nicolauet, que cada 22 de abril es el centro de todas las miradas con las Entradas de Moros y Cristianos. El declive del casco antiguo había dejado de lado esta calle, que tenía un nivel de ocupación -al menos durante parte del año- y en consecuencia de mantenimiento estructural. Esto ya es historia, pues con el hundimiento de la casa número 92, en ruinas desde mucho tiempo atrás, se ha convertido más si cabe en un ejemplo claro de lo que es el centro histórico: un queso gruyer, poblado de agujeros, a consecuencia de la desaparición de seis edificios por desplomes o derribos preventivos. Ahora, este declive ha llegado a El Camí con los últimos desplomes en El Partidor.

El deterioro del centro histórico de Alcoy -declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1983- no es algo nuevo, pues el hundimiento de edificios, en un terreno inestable y con barrancos rellenados en muchos puntos, ha provocado problemas a lo largo de la historia. Fue a partir del traslado, fruto del desarrollismo económico, de una parte significativa de la población al Ensanche y Santa Rosa, y más tarde a la Zona Norte, cuando los problemas se agravaron. En 1973, la ciudad se vio confrontada a un cúmulo de declaraciones de ruina por todo el Centro, desde el Tossal y Purísima hasta Buidaoli y Algezares, hasta el punto de que el Ayuntamiento se vio obligado a impedir el paso por el Portal de Riquer, que amenazaba con desplomarse.

Sería un anticipo del desastre de 1975, que comenzó con la voladura con trilita de 12 edificios de Buidaoli y Mossèn Rafel del Ave María, a lo que seguiría la «catástrofe» del Tossal con el hundimiento de parte de la ladera anexa al edificio universitario, que obligaba a desalojar cerca de un centenar de viviendas. Mientras la ciudad afrontaba este gravísimo problema, un corrimiento de tierras en el Camino Viejo de Madrid obligaba a la intervención de 150 efectivos del Regimiento de Infantería Vizcaya 21 para paliar la incomunicación de un importante núcleo fabril.

En las décadas sucesivas, la historia es más conocida: La Sang, la Plaça les Xiques y Embajador Irles, El Partidor, Sant Miquel, Algezares? y hasta la calle Caramanchel, que actualmente presenta un aspecto desolador. Los planes de rehabilitación que han impulsado los sucesivos consistorios han conseguido consolidaciones parciales y la recuperación de algunas áreas, pero los solares, los «agujeros» del gruyer siguen marcando el casco antiguo. El caso de Sant Nicolauet es paradigmático, pues implica no sólo una situación negativa desde la perspectiva urbanística, sino también de imagen de una ciudad que busca apoyarse en el turismo y que el 22 de abril tiene una ventana al mundo. En los últimos meses, además, la crisis urbanística se ha extendido a la calle de El Camí, con desplomes de edificios en ruinas en la trasera de Sant Bonaventura, con lo que desde la calle de La Sardina se pueden tener vistas a la Glorieta? Quién lo habría pensado hace 25 años.

Ahora, desde el gobierno local de Antonio Francés se impulsa el Plan Restauro en un intento de mejorar la situación de una ciudad que tiene la construcción absolutamente estancada desde 2008, con una oferta que viviendas nuevas que sobrepasó cualquier posibilidad de cobertura y la de segunda mano, con un nivel de salida muy complicado, incluso con tarifas cercanas al saldo. El nuevo proyecto de La Estambrera y también el de San Roque apuntan a un cambio de tendencia, que de momento no llega al centro urbano.

El casco antiguo de Alcoy, pues, está próximo a cumplir medio siglo de crisis permanente, en la que los hundimientos o derribos de edificios se han producido por centenares, sin que los proyectos de rehabilitación o reconstrucción hayan posibilitado una solución global, sino tan sólo resultados parciales.

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