Las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy dedicaron ayer su segunda jornada al patrón San Jorge, personalizado en la figura del Sant Jordiet. Como manda la tradición, fue en la procesión de la Reliquia cuando el niño que lo encarna, Tomás Pascual Cantó, entró en escena, caminando sobre una alfombra de flores a su paso por la calle San Lorenzo. El acto, en el que los cargos festeros también son protagonistas, fue presenciado por numeroso público.

En una jornada soleada y mucho menos fría que los días precedentes, Alcoy se levantó ayer presto a rendir honores a su patrón San Jorge. Concluida la Segunda Diana, en que los niños tuvieron un papel destacado, arrancó la procesión de la Reliquia entre el templo dedicado al Santo y la iglesia de Santa María.

El corto recorrido por las calles del centro estuvo una vez más abarrotado de público, ansioso por presenciar el debut en las Fiestas del niño Sant Jordiet. En esta ocasión es Tomás Pascual Cantó, de la Filà Aragonesos, el encargado de encarnar al patrón de la ciudad.

Compareció en la calle con una bella coraza en plata y oro y un casco de idénticas tonalidades metálicas. También destacaba la sobria capa granate que remarcaba su figura. Los numerosos espectadores que acudieron a la cita aplaudieron con intensidad al niño, que era escoltado por sus padres.

El momento más emotivo, como viene siendo habitual, fue la llegada a la calle San Lorenzo, donde por iniciativa de la Filà Benimerines desde hace años, los espectadores recibieron a Sant Jordiet con una lluvia de claveles que se convirtió en una colorista alfombra a su paso.

La procesión de la Reliquia también es una cita imprescindible para muchos alcoyanos por la posibilidad que brinda de contemplar y aplaudir por segunda vez a los cargos festeros.

Lejos del bullicio y la agitación que presiden las Entradas de Moros y Cristianos, el acto de ayer permite contemplar los trajes de capitanes y alféreces con mayor detenimiento y tranquilidad. También la de sus favoritas y rodellas, así como de sus caballeros. El sol que presidía la mañana contribuyó a realzar la belleza de los atuendos y sus metales.

La procesión era presidida por el cardenal y arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, que después también haría lo propio en la Misa Mayor.

En lo que respecta a las autoridades, junto al alcalde, Antonio Francés, se encontraban la presidenta del PP en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, y las diputadas nacionales por el mismo partido y el PSOE respectivamente María Dolores Alba y Patricia Blanquer.