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La campaña de oliva se inicia en El Comtat con una reducción de la cosecha del 50%

La sequía ha causado estragos y la producción no superará los ocho millones de kilos - Los agricultores también han empezado a temer por la próxima temporada

La campaña de oliva se inicia en El Comtat con una reducción de la cosecha del 50%

La campaña de la oliva en El Comtat ha arrancado con malas noticias, dado que la cosecha ha quedado reducida a la mitad. La sequía ha causado estragos y la producción final no superará los ocho millones de kilos. Por si esto fuera poco, los agricultores también han empezado a temer por la próxima temporada, toda vez que los árboles están muy castigados por la persistente falta de lluvias.

El Comtat vivía el año pasado la mejor campaña de oliva de la última década. Los buenos precios del aceite fueron un factor fundamental para que el sector alcanzara un volumen de negocio cercano a los 9 millones de euros, lo que suponía una cifra desconocida en los últimos tiempos. La cosecha se situó en 15 millones de kilos, y en general todo fueron buenas noticias para el sector.

Un año después, sin embargo, la situación ha cambiado de forma radical. La persistente sequía ha causado estragos, hasta el punto que entre las almazaras de Muro, Cocentaina, Beniarrés, Gaianes, Planes y Millena la producción no superará los ocho millones de kilos, y además en una campaña en la que, por el comportamiento cíclico del cultivo, se esperaba un volumen de cosecha superior al de 2013.

Alberto Llorens, de la cooperativa de Planes, manifestaba que «este año esperábamos una campaña media-alta, pero la sequía no lo ha permitido. Son ya muchos meses sin que apenas se hayan registrado lluvias, lo que ha tenido unas consecuencias muy negativas a nivel de producción».

La preocupación, además, está cundiendo respecto a la campaña del próximo año. Según explicaba, «los árboles están muy castigados, hasta el punto que no generan brotes. La temporada que viene, de persistir la situación, podría ser desastrosa. Es ya necesario y hasta urgente que llueva, porque ya estamos pensando más en salvar a la gallina que a los huevos».

Por su parte, Josep Miquel Ferrando, de Oli de Travadell en Millena, manifestaba que efectivamente «la campaña es muy floja. Hay pocas aceitunas en general y nos movemos en la mitad de una cosecha normal. Con todo, la incidencia de la sequía es irregular, dado que hay zonas en las que hay más producción que en otras».

En un primer momento también se había llegado a temer por la calidad del aceite resultante de las aceitunas, sobre la base de que la falta de lluvias pudiera haberlo amargado e introducido matices picantes. Ferrando, sin embargo, manifestaba que al final «contaremos con una buena calidad, dado que, entre otros factores, no hay plaga de mosca, la cual siempre es una de las principales amenazas».

Ahora falta por comprobar la evolución que seguirán los precios del aceite a lo largo de la campaña, factor éste que dependerá, y mucho, de la cosecha que se obtenga en Andalucía, principal zona productora del conjunto del territorio nacional.

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