Un limbo legal. La Junta Electoral Central confirmó ayer a este diario que la situación que vive San Vicente con Sonia Sánchez Lumbreras es extraordinaria y que no está contemplada por la Ley Electoral, aunque en los últimos meses se ha dado en varios puntos de España.

Es más, la Junta Electoral emitió el pasado 4 de octubre de 2017 un acuerdo que aclara esta situación, pero que no la soluciona. Y es que reconoce, en un caso similar en Polinyà de Xúquer (Valencia), que «no es causa de pérdida de la condición de concejal la no formalización de la toma de posesión, por cuanto ni la legislación electoral ni la de régimen local establecen un plazo para la toma de posesión del cargo de concejal, por lo que quien no hubiera formalizado la misma conserva la condición de concejal electo en tanto no renuncie a la misma, por lo que debe convocarse nuevamente al concejal electo en orden a la toma de posesión. De manera que si expedida la credencial el candidato electo no toma posesión del cargo, habría que seguir convocando al concejal afectado a las sucesivas sesiones plenarias de la corporación en orden a formalizar su toma de posesión».

Por ello, esta situación podría alargarse hasta las elecciones municipales de 2019, poniendo en peligro la estabilidad de un tripartito que ya está en minoría.