Una batalla de informes sobre la Casa Geralda se libra en el Síndic de Greuges. El Ayuntamiento de Xixona por un lado y el Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural y Seixona Ancestral por el otro han aportado nueva documentación sobre el valor y estado de esta mansión señorial del siglo XIX, que ofrece puntos de vista opuestos de la demolición que tramita la Corporación para levantar unas pistas de pádel.

El Ayuntamiento de Xixona remitió el 31 de mayo un escrito de la edil de Urbanismo, María Teresa Carbonell, junto con un informe del arquitecto municipal que alerta de los serios daños que presenta el edificio, las actuaciones que requeriría su reforma y las numerosas intervenciones realizadas y en proceso en la población relativas a recuperar su patrimonio histórico y cultural.

El arquitecto explica que la edificación lleva sin uso y abandonada más de 30 años y «presenta un muy mal estado de conservación, motivado por esta situación de abandono y la propia antigüedad de la edificación que, aunque en algunas partes está construida con materiales de calidad, tiene un gran número de dependencias realizadas sin tanto esmero». Alerta que la casa, que tiene planta baja más tres alturas y suma casi 1.200 m2 de superficie construida, tiene «serios daños estructurales, que afectan a los muros de carga, pero fundamentalmente y de forma muy grave a los forjados y cubierta», y que su demolición también responde a razones de seguridad.

El arquitecto estima que las reparaciones necesarias para devolver la estabilidad, seguridad, estanqueidad y consolidación estructurales ascenderían a 852.000 euros. Y contrapone esta cifra a lo que establece la legislación para declarar la situación legal de ruina, que procede cuando «el coste de las reparaciones resulta superior a la mitad del valor de una construcción de nueva planta, son similares características e igual superficie», y que se estima en 1.183.771,78 euros. Por ello «se ha de concluir que concurre el supuesto fáctico previsto en los artículos 181 y 188 de la LOPUT para la declaración de la situación de ruina legal».

Además, para adecuar el inmueble para uso municipal sería necesario otros 323.000 euros en accesibilidad, climatización, iluminación, equipamiento... por lo que el coste, incluyendo honorarios técnicos y sin tener en cuenta mobiliario, «superará probablemente los 1,4 millones de euros». El proyecto de demolición y construcción de las pistas de pádel asciende a 260.000 euros.

Igualmente recuerda que ya hubo dos intentos en la pasada década para rehabilitar el inmueble que no cuajaron por su alto coste y su mal estado, y que la casa se encuentra en la zona de expansión de las instalaciones deportivas de Xixona, junto al Polideportivo, cuyo desarrollo condiciona. Además, el Ayuntamiento recuerda que la demolición ha sido acordada por el pleno con un amplio consenso y sin polémicas, y también ha encargado un estudio externo para que un arquitecto experto en patrimonio evalúe el valor arquitectónico del inmueble, que desde el Consistorio se considera escaso.

Departamento de Historia del Arte

Por su parte esta el informe elaborado el 25 de mayo por el director del Departamento de Historia del Arte de la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València (UV), a instancias del Círculo, que a petición de Seixona Ancestral denunció este caso al Síndic. En el mismo se destaca que «el edificio reúne una serie de valores que lo hacen merecedor de un grado de protección en todo su conjunto que evite su demolición prevista». En el escrito se explica que era una casa relacionada con una gran explotación agrícola de secano, y que «el cuerpo principal responde al tipo canonizado de casa de tres plantas de tres crujías paralelas a fachada, con un cuerpo central en forma de torre que sobresale sobre la cubierta a cuatro vertientes. Las fachadas presentan los valores estéticos propios del academicismo, y se caracterizan por la claridad y sencillez en la composición, por la ausencia de ornamento y por la distribución uniforme de los vanos en cada una de las fachadas».

Y apunta su valor histórico y social, exponente de las segundas residencias burguesas, y que «uno de los principales valores de la arquitectura tradicional es la representatividad y coherencia tipológicas, y no tanto el ser una obra única e irrepetible, criterios que sobre todo se tienen en cuenta para valorar el monumento histórico artístico».

En cuanto a su conservación afirma que «el grado de deterioro no lo consideramos tan alto como para plantearse su demolición como única salida posible», ya que los daños se centran en cubiertas y pide al menos realizar la consolidación del inmueble para frenar su deterioro y más adelante poder reformarlo.

Salvar elementos destacables

Igualmente rechaza la intención del Ayuntamiento deesta salvar algunos elementos destacables como la embocadura de la puerta principal y piezas de carpintería, ya que «su valor puede apreciarse al hallarse integrados en el edificio donde se sitúan, y no de forma separada y descontextualizada. Por todo ello pide frenar su demolición y proceder a su protección.

Con toda la información de una parte y otra el Síndic tendrá que emitir su resolución, que de cualquier modo será en forma de recomendación. A pesar de ello, el Ayuntamiento de Xixona ha manifestado que tendrá en cuenta su opinión.