La Conselleria de Cultura ha abierto una investigación para esclarecer una obra menor realizada sin su conocimiento en una torre del siglo XVI de El Campello, protegida como Bien de Relevancia Local (BRL). Se trata de la Torre del Barranquet de Marco, donde una de sus fachadas ha sido enlucida por la propietaria por motivos de seguridad sin el preceptivo estudio arqueológico previo para este tipo de enclaves protegidos, aunque aparentemente la intervención realizada ha sido mínima.

Lo más llamativo es que pese un arqueólogo local que estaba intentando tramitar la declaración del bastión como Bien de Interés Cultural (BIC) alertó al Ayuntamiento de la irregularidad de esta actuación, encontró como sorprendente respuesta por parte de la concejalía de Urbanismo que este enclave no está protegido y no está incluido en el inventario del Patrimonio Cultural Valenciano, lo cual es completamente erróneo y está catalogado como BRL, según consta en el inventario del Patrimonio Cultural Valenciano de la Generalitat y confirmó el viernes a este medio el alcalde Benjamí Soler. Al parecer el motivo de esta confusión podría está en la anulación hace un año del PGOU de 2011, al crear dudas sobre si también se había anulado el catálogo de protecciones que acompañaba al Plan General y donde figuraba esta torre como BRL.

El arqueólogo campellero Sergio Lledó fue quien alertó al Ayuntamiento de esta obra y después presentó un recurso de alzada tras la desconcertante respuesta de la concejalía de Urbanismo, dando también traslado de la denuncia a la Conselleria de Cultura. La Generalitat ha abierto una investigación sobre esta denuncia, ha pedido información sobre la actuación realizada al Ayuntamiento y tiene previsto efectuar una inspección del baluarte para comprobar qué se ha hecho y si ha sido respetuoso con este bien histórico de cinco siglos de vida, cuyo potencial arqueológico es muy grande al estar enterrada buena parte de la torre, ya que su base está dos o tres metros por debajo de la cota actual del terreno.

Por su parte el alcalde explicó a este medio que la Corporación, tras la comunicación de Cultura, ha pedido a la propietaria el estudio arqueológico artístico que debía haber acompañado a la petición de licencia de obra menor, y que el Consistorio no reclamó en su día pese a ser preceptivo, para aclarar si la actuación ha sido respetuosa con este inmueble protegido, y en caso de que determine que se ha dañado de alguna forma la torre se abrirá un expediente sancionador. Además, Soler aclaró que no se necesita la autorización implícita de la Conselleria para una obra en un BRL.

En el recurso de alzada presentado por el arqueólogo se recuerda que es potestad del Ayuntamiento negar intervenciones de obra menor en un bien protegido como BRL, y que en este caso se ha actuado de forma «arbitraria» al carecer de «informe alguno sobre las repercusiones negativas que tal intervención presenta para la imagen y aspecto de la torre, así como las reacciones químicas que a medio y largo plazo puede tener la argamasa utilizada en la intervención para la integridad del bien».

Esta torre se ubica entre el barrio La Creu y la AP-7, y se encuentra adosada a una casa de campo de principios del siglo XX rodeada de bancales. Se trata de un baluarte del siglo XVI abandonado desde hace años tras ser empleado como corral de cabras. Es una torre cuadrangular de 7.90 metros de lado construida con mampostería de pequeño y mediano tamaño trabada con argamasa de cal, con refuerzo de sillares en las esquinas. Consta de aljibe y dos alturas conservadas, aunque de la segunda planta sólo ha perdurado el lienzo sur al ser reaprovechado por la casa adyacente, según se recoge en el catálogo de protecciones de El Campello.

BIC por ley

Este arqueólogo ha pedido además en su escrito a Cultura que proceda a tramitar para este enclave la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), un nivel de protección superior a BRL, dado que se trata de una torre de la huerta, la única hallada en El Campello, y la ley establece que este tipo de edificaciones deben ser BIC.