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Restos de la época romana en Mutxamel

El Marq localiza restos de una balsa y tres fragmentos de un canal en el Barranco del Juncaret

A la izquierda, restos de la balsa de la época romana encontradas en el Juncaret. A la derecha, uno de los fragmentos del canal. jorge salvador rodríguez/archivo gráfico marq

El Barranc del Juncaret de Mutxamel guarda tesoros que datan de la época romana. Joyas que han sido descubiertas por el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (Marq), que ha llevado a cabo una serie de excavaciones durante los años 2015 y 2016. Estos trabajos han sacado a relucir elementos del sistema de riego en dicha zona, que pertenece al territorio de Lucentum.

En concreto, los arqueólogos del Marq han hallado una balsa que, según las investigaciones que se han llevado a cabo, se utilizaba para almacenar el agua para poder regar los terrenos adyacentes.

Tal y como explicó Ana García Barrachina, arqueóloga del Marq, la técnica de construcción de la balsa romana no tiene nada que ver con las construcciones que se han descubierto en Mutxamel, por lo que, a falta de que concluyan los estudios, se puede relacionar con la época romana. Asimismo, la balsa del Juncaret es similar a otras construcciones que se han localizado en Murcia.

García Barrachina explicó que el estanque fue «un recurso básico al tratarse de una zona de mucha sequía». Un territorio que ha sido «muy explotado desde la prehistoria», por lo que no se descartan nuevas averiguaciones. Y es que, el Marq continuará en 2017 realizando prospecciones en el Juncaret y Monnegre y, además, llevará a cabo sondeos en la acequia de los enamorados.

Para asegurar la conservación del hallazgo, los especialistas han decidido cubrir el yacimiento con biotextil para evitar que continúe deteriorándose por las fuertes lluvias y, sobre todo, por la acción del hombre.

Por otra parte, Ana García Barrachina explicó que, a raíz de localizar la balsa romana, se hallaron tres fragmentos de un canal a ambos lados de la carretera que corta el barranco, que se utilizaban para conducir el agua hasta el estanque y que están tallados en la roca. «La localización de la balsa fue por un compañero mío que lo puso en conocimiento del museo y entonces fue cuando decidimos hacer las campañas de excavación», aseguró la arqueóloga, quien además lamentó el estado de abandono en el que se encuentra el barranco del Juncaret: «Es una pena que esté tan sucio con todo lo que hay por descubrir».

«Hasta el momento no teníamos localizadas estructuras de este tipo en esta zona que nos hablan del uso, captación y almacenamiento del agua», comentó García Barrachina. «Teníamos documentada la época medieval de los azudes, pero esto nos lleva bastantes siglos más atrás», añadió la experta en arqueología.

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