El Ayuntamiento de Mutxamel ha obtenido la acreditación como Entidad de Formación Profesional para el Empleo. Una buena noticia para la localidad ya que, al haber conseguido este título, podrá continuar con la reforma y rehabilitación de los azudes para ponerlos en valor y dar así un paso adelante hacia la obtención de la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC) del sistema de riego tradicional de la huerta mutxamelera.

En concreto, el Consistorio ha obtenido dicha credencial en las especialidades formativas de edificación y obra civil y de operaciones auxiliares de albañilería de fábricas y cubiertas, es decir, las necesarias para poder continuar con el Taller de Empleo que se destina a la reforma de los azudes.

De esta manera, la Concejalía de Comercio y Promoción Económica de Mutxamel ha puesto en marcha un nuevo taller que lleva por nombre «Sendas y área recreativa del río Montnegre» y que tiene como objetivo principal la adecuación de los senderos que conectan los tres azudes que existen en el término municipal -el de Mutxamel, el de Sant Joan y el de El Campello- para facilitar su visita.

Asimismo, los alumnos que participan en este taller de empleo realizarán trabajos enfocados a la rehabilitación de los elementos arquitectónicos de dichos espacios y a la restauración del área recreativa de la Sabateta.

Este taller de empleo, que tendrá una duración de un año, se lleva a cabo gracias a una subvención concedida por el SERVEF que asciende a un total de 185.463 euros y a una aportación del Ayuntamiento de 6.687 euros.

Un total de 10 vecinos de Mutxamel, desempleados y mayores de 25 años reciben formación en alternancia con el trabajo remunerado y las prácticas para mejorar su cualificación profesional y sus posibilidades de inserción laboral. El taller cuenta también con tres puestos de trabajo que está cubiertos igualmente por parados que se encargan de las gestiones administrativas, de la dirección y de la docencia.

Cabe recordar que la Concejalía de Cultura de Mutxamel volvió a solicitar a la Conselleria el BIC para el patrimonio hídrico del municipio tras fallar en el primer intento. Y es que la Generalitat consideró que los elementos del sistema tradicional de riego no estaban protegidos a nivel local y desestimó la petición del Consistorio.