Intenso, emotivo, reivindicativo y muy sanvicentero fueron algunas de las cualidades del pregón que pronunció anoche el empresario de San Vicente del Raspeig Miguel Ángel Martín Bordera, quien desgranó «toda una vida dedicada a la fiesta y la cultura». Desde el balcón del antiguo Ayuntamiento y ante cientos de vecinos y festeros, el creador de Carros de Foc, contó con orgullo que fue natural que, nacido en el seno de una familia de artistas falleros, pioneros en la fabricación de carrozas para los Moros y Cristianos, siguiera la saga familiar y dar un paso más. Su orgullo ha sido el haber llevado consigo y por el mundo el nombre de su municipio. «Hemos realizado espectáculos increíbles y os puedo asegurar que estuvo presente San Vicente del Raspeig», decía.

Martín trató de no olvidarse de nadie. Y especialmente de la razón de ser de estas fiestas, las comparsas de Moros y Cristianos. Y recordó algunas de las creaciones realzadas para las comparsas, muchas de las cuales han viajado después a otros países. «Nuestra fiesta es muy grande gracias a la comparsas de nuestro pueblo que, con mucho esfuerzo y a lo largo de los años, se propusieron sorprender a todos».

No faltó la reivindicación y la petición de apoyo a los empresarios. El pregonero pidió a los asistentes apoyo a todas las empresas sanvicenteras, especialmente las que trabajan en las fiestas. Y pedía «más cariño a todas las personas que trabajan para nuestras fiestas, porque os aseguro que es muy duro. Y tened en cuenta que nosotros no estamos de fiesta». Y pidió involucrar más «a todos los que estamos relacionados con la fiesta. Os sorprendería lo que pueden hacer las empresas de nuestro pueblo, porque ellos tienen algo especial que sólo surge cuando actúas en tu pueblo, ilusión». A la vez que pidió «más apoyo para los ballets» locales. Martín invitó a todos a participar en todos los actos y propuso «intentar dar lo mejor que tenemos que es transmitir nuestra felicidad» y pidió para estas fiestas darse abrazos, lo que hicieron los espectadores del pregón. A la vez, la plaza coreó el cumpleaños feliz a Elena, dama de las fiestas, por su cumpleaños.