Definitivamente no habrá mujer embajadora en El Campello. La Junta Festera ha impuesto que el cargo lo ocupe un miembro del Comité de Embajadores. Y lo ha hecho tras plantar al alcalde Benjamí Soler el pasado miércoles, frustrando así el intento del primer edil de mediar en este conflicto sobre la integración de la mujer en los Moros y Cristianos.

Cavallers de Conquesta, tras el ajustado rechazo de la asamblea el pasado 27 de febrero a cambiar el régimen interno para permitir que Aurora Perales fuera la primera mujer embajadora, propuso a la Junta un término intermedio: intercambiar los papeles inicialmente propuestos para que Aurora Perales pasara a abanderada y Manuel Baeza a embajador, pero estableciendo que la embajada la pronunciaran al alimón. Pero los festeros también rechazaron este parlamento conjunto. Y finalmente, al presentar a un embajador que no iba a interpretar el parlamento, la Junta decidió encomendar al Comité la elección del papel, según explicaron ayer desde la directiva festera.

Este protocolo está establecido así en los Moros y Cristianos, dejando la elección en manos del Comité, que da prioridad a los anteriores embajadores de la comparsa que ostenta la capitanía primero, y si no hay nadie dispuesto, se busca algún voluntario entre el Comité. Finalmente Pere Lluis Gomis, actual edil del PSOE y embajador de Cavallers de Conquesta en 2002, ha aceptado asumir el cargo propuesto por el Comité para que así el papel no recaiga en un festero de otra comparsa.

En cuanto al «plantón» de la Junta al alcalde Benjamí Soler, este había convocado a una reunión el pasado miércoles a las 13.00 horas a ambas partes para tratar de mediar y calmar los ánimos, pero sólo acudieron Cavallers y su candidata Perales. Desde la Junta explicaron ayer que a la hora establecida por el alcalde no podían ir por temas laborales y que además la directiva votó el lunes en contra de acudir al encuentro, ya que entienden que no existe ningún conflicto en el que mediar y que todo ya se ha solucionado. Por su parte el alcalde se limitó ayer a decir que su única intención era calmar los ánimos y que ambas partes se sentarán a la mesa.

Por otra parte fuentes festeras calificaron esta ausencia de «grave desplante» de la Junta a un Ayuntamiento del que recibe cada año unos 100.000 euros de subvención para sus celebraciones, al margen de otras ayudas.