Más consecuencias a raíz de los cambios anunciados en el proceso de implantación de la Universidad Católica de Murcia (UCAM) en Sant Joan. El alcalde Manuel Aracil admitió, en el pleno del pasado viernes, que el Consistorio no acometerá la reparación de dos institutos de la localidad, el IES García Berlanga y el antiguo IES Lloixa, con el dinero que la UCAM invierta en la localidad a cambio de la cesión gratuita de un inmueble, tal y como estaba previsto inicialmente en la compleja operación.tal y como estaba previsto inicialmente
Este punto era la piedra angular en la que Aracil se apoyaba para justificar su participación en el procedimiento. De hecho, el Ayuntamiento dio el primer paso en el proceso y llegó a comprar a la Generalitat, por 4,5 millones de euros, la residencia de Tiempo Libre para, después, cederla gratuitamente a la Universidad Católica. Un paso que dio sin que los otros dos entes involucrados en la operación hubieran cumplido con su parte del acuerdo. Ni la Generalitat había dado luz verde a la implantación del campus, ni la UCAM había invertido un solo euro en el municipio. Con todo, Aracil sostenía que su gestión permitiría reparar los centros con el dinero de la UCAM sin necesidad de esperar la inversión de las arcas autonómicas, lastradas por la falta de liquidez.
A la cola
Sin embargo, ahora el primer edil sostiene que una ley le impide al Consistorio actuar sobre unos inmuebles que son propiedad del Consell, por lo que, la reforma del IES García Berlanga tendrá que ponerse a la larga cola de arreglos pendientes que acumula la Generalitat. Peor suerte correrá el antiguo IES Lloixa que, directamente, ha sido excluido de la operación. Su rehabilitación queda en el aire. En su lugar, Aracil explicó que se pretende ampliar el colegio público Lo Romero.
