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El Campello cobra plusvalías de 5.000 € por ventas de casas inferiores al precio de compra

Varias sentencias respaldan que este impuesto sólo se debe aplicar cuando se produzca una revalorización real

Una protesta por la presión fiscal J.A.R.

Un impuesto bajo sospecha tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. La Gestora de Asociaciones de Vecinos se está movilizando para alertar de que el cobro por parte del Ayuntamiento de El Campello de la plusvalía, el tributo que grava en una venta la revalorización de un inmueble, puede ser improcedente si no se ha producido tal aumento. Es decir, si se vende por menos de lo que costó, no procedería su abono. Esta situación está dando ejemplos como el de Lucía Molina, que debe abonar más de 5.000 euros por la trasmisión de su casa, que ha vendido por un precio inferior al que la compró en 2002. La Gestora asegura que este caso no es aislado y que se están dando situaciones «dramáticas».

Por ello la Gestora ha convocado unas jornadas para informar de la situación de este tributo, denunciando el «afán confiscatorio» del Consistorio tanto con la plusvalía como con el IBI. La presidenta de la Gestora, Mar Granados, advirtió ayer de que ya hay sentencias que sientan jurisprudencia y que permiten a los afectados por plusvalías abusivas ir a los tribunales para pedir la devolución, siempre que no se haya producido una revalorización real del inmueble.

La plusvalía, cuyo nombre técnico es Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, es un tributo que la Corporación cobra cuando se produce una trasmisión inmobiliaria, es decir cuando hay una venta. Pero la burbuja inmobiliaria y la revisión catastral realizada en su clímax, en 2007, ha hecho que en la actualidad se den casos en los que una vivienda se vende por menos de lo que costó hace unos años pero se pagan miles de euros en plusvalía.

Ejemplo

Un ejemplo es el de Lucía Molina, que tras concretar su separación matrimonial ella y su expareja se han visto abocados a vender la casa. La compraron en el paseo de Muchavista por 131.020 euros en 2002, y la han vendido este año por 130.500 euros. La sorpresa ha sido mayúscula cuando Suma -entidad que tiene delegado el cobro de este tributo por parte del Consistorio- le ha remitido la liquidación del impuesto, que asciende a 5.057,16 euros, pese a que se supone grava el incremento en el valor que ha tenido el inmueble. El problema radica en que los valores catastrales derivados de la revisión de 2007 reflejan unos números completamente fuera de mercado, y son la base que se emplea para calcular el importe de la plusvalía.

La Gestora de Asociaciones de Vecinos denunció ayer que «el Ayuntamiento está exigiendo una plusvalía municipal cuando no existe incremento del valor real de los bienes transmitidos, actuando en contra de los principios de equidad, justicia y capacidad económica recogidos en la Constitución».

Renuncia al cobro

Granados destacó que «entendemos que el Ayuntamiento no debería exigir la plusvalía municipal, ya que no se ha producido un incremento del valor del bien desde que se compró en el año 2002 hasta que se vendió en el año 2014, no hay un incremento del patrimonio», aunque el valor catastral del suelo es mucho mayor por la citada revisión de 2007, que además ha duplicado el recibo del IBI en seis años.

Por todo ello, esta entidad que agrupa a las principales asociaciones vecinales de El Campello va a iniciar unas jornadas informativas «para que los vecinos conozcan el procedimiento a seguir en estos casos como el de Lucía. Entendemos que se trata de una injusticia fiscal». La primera reunión abierta a los vecinos será el próximo viernes a las 19.30 horas en el Café Loft de Muchavista, donde explicarán qué pueden hacer los vecinos «ante este despropósito fiscal».

Diferentes sentencias de los TSJ de Cataluña y Castilla-La Mancha que sientan jurisprudencia reconocen que no se debe cobrar este tributo si no se ha producido un incremento real en el valor, independientemente del valor catastral que se haya establecido.

Desde la Gestora también criticaron que El Campello mantenga un tipo impositivo alto, del 3,20%, que se aplica a la plusvalía, lo que unido a una ponencia de valores desfasada hace que la presión fiscal sea «insoportable» mientras que «el Ayuntamiento no para de encadenar millonarios superávits». Fuentes del equipo de gobierno se limitaron a recordar respecto a este tema que el cobro de este impuesto está delegado en Suma.

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