El de las (nuevas) tecnologías y la educación parece que es uno de los debates interminables, siempre presente en las aulas y dentro de las comunidades educativas. No obstante, con el paso de los cursos cada vez más voces han reclamado que los centros educativos no den la espalda a la sociedad y consideran que, más que prohibir el uso de los teléfonos móviles en las clases (como han hecho algunos CC AA u otros países), la tecnología debe estar presente, sobre todo, para enseñar al alumnado cómo hacer un buen uso de ella.
La actual crisis sanitaria ha supuesto un punto de inflexión imprevisto para el mundo de la enseñanza que ha visto como, ahora, las tecnologías son clave para poder desarrollar la enseñanza a distancia. Un cambio de paradigma que, según los docentes consultados por INFORMACIÓN, debería permanecer cuando se supere la pandemia y que ha demostrado que aún queda mucho por hacer.
Para la profesora Àngels Soriano, pionera de los booktrailers en la educación valenciana , la suspensión de las clases presenciales ha evidenciado «que no solo se necesita una competencia digital por parte del profesorado, sino también del alumnado». «Está en el currículum, pero al mismo tiempo el currículum limita mucho el uso de la tecnología... Ahora nos hemos dado cuenta de que ya no es una herramienta más, sino que es la que nos permite continuar haciendo clase o hablar con la familia», afirma, aunque también advierte que se debe tener en cuenta la brecha digital y la replanificación del material, ya que la enseñanza a distancia «nunca podrá suplir el contacto ni el contexto de trabajo de los colegios», avisa.
Los nativos necesitan aprender
Natxo Moral, presidente de 1entretants, red de profesorado que comparte experiencias TIC en Valenciano, coincide en que la crisis «ha puesto de manifiesto algunas deficiencias de formación, tanto del profesorado como del alumnado». «Les llamamos nativos digitales porque podemos decir que nacen con un móvil en las manos, pero nadie les enseña», apunta, por eso considera que la escuela «ha fallado» a los estudiantes, «porque se ha demostrado que no estábamos preparados». «A muchos docentes les han faltado habilidades, conocimientos, experiencia...y el alumnado tiene poca habilidad para aprender online y ser autónomos», detalla Moral.
De hecho, uno de los aspectos más comentados de la situación generada por la covid-19 es que parte del alumnado que domina las redes sociales no sabía los primeros días cómo enviar un correo electrónico con un archivo adjunto o convertir un documento a PDF, acciones de ofimática básica. «La mayoría de centros prohíben los dispositivos digitales, en lugar de enseñar a usarlos correctamente y de sacarles provecho», lamentan desde 1entretants.
Una cuestión a la que también pone el foco Voro Huertas, director de la MICE y profesor de Valenciano, Castellano y Audiovisuales: «Si los alumnos no saben es porque nadie les ha enseñado, y esto ha de ser transversal, no solo del área de Informática», considera.
Para el docente, se da la curiosa situación de que «un sistema educativo que prioriza los exámenes está siendo puesto a examen y no va a sacar un excelente, lo superará, pero será por el trabajo de muchos docentes», destaca. «La mayoría del profesorado ha hecho un esfuerzo y está saliendo al paso, pero hace falta estar mejor preparados y cambiar metodologías», considera.
Viendo el vaso medio lleno, Huertas considera que se ha abierto «una oportunidad para demostrar que las redes sociales y los dispositivos móviles pueden ser educativos, enfocándolos como pozos de riqueza y cultura, como hacemos en la MICE», señala.
«Es un horizonte de esperanza para convencer a la totalidad de la comunidad educativa de que estas herramientas son necesarias para la educación; es un trabajo que ya se tiene que hacer», defiende.
Y en ello parece que está la Conselleria de Educación, que en los últimos cursos se ha mostrado contraria a prohibir el uso de móviles en los centros. «Las nuevas tecnologías han venido para quedarse y no es cuestión de hacer prohibiciones, sino de hacer un uso crítico y saludable de ellas», por lo que la educación debe «dar respuesta a una realidad evidente», apuntó el conseller Vicent Marzà en febrero, cuando anunció la nueva asignatura de Digital Culture.
Ahora, además, 4.000 docentes se formarán en TIC con el plan «Al teu costat» y Educación se plantea cambios en las aulas de informática de los centros, según avanzó el conseller en las Corts. Eso sí, Marzà dejó clara una cosa: «ninguna revolución tecnológica sustituirá la interacción presencial ni al profesorado».
