A todos nos gusta jugar, da igual la edad que tengamos o lo responsables que nos consideremos. El participar de algo e interactuar con el entorno hace que la experiencia lúdica resulte mucho más interesante y enriquecedora que si simplemente adoptásemos un papel pasivo, como meros espectadores. Y es que las nuevas alternativas de ocio van precisamente en esa dirección: ofrecer experiencias cercanas a las de los videojuegos en la vida real.
Salas de realidad virtual
Aunque parezca entretenido el mover la cabeza de un lado para otro con nuestras Oculus Rift, esto no resulta tan real como debiera. Es por ello que la empresa «Zero Latency VR» ha abierto en Japón unas instalaciones del tamaño de una pista de baloncesto, por la que los jugadores pueden correr libremente, disparando a zombis virtuales en un mundo apocalíptico. En este tipo de salas los jugadores deben de coordinarse para trabajar en equipo, igual que harían en un juego de disparos.
Cine interactivo
El séptimo arte también podría sufrir un lavado de cara gracias a proyectos como «Late Shift», una película interactiva, en la que es el público quien tiene que decidir qué caminos toman los protagonistas, votando mediante una app instalada en sus smartphones. Este sistema es de sobra conocido por su utilización en juegos como «The Wolf Among Us» o «The Walking Dead».
Deportes y superhéroes
La compañía japonesa «Superhuman Sports Society» está desarrollando nuevos y divertidos deportes que harán sentir a sus participantes como si tuviesen poderes sobrenaturales. Para ello utilizan dispositivos como drones, para hacer que los balones leviten o realidad aumentada para simular combates cuerpo a cuerpo en los que los jugadores se lanzan encantamientos, rayos u ondas de energía, al más puro estilo «Dragon Ball».
La Escape Room de Google
Las conocidas como «habitaciones de escape» actualmente están ganando popularidad en nuestro país y es por ello que es fácil encontrarlas en ciudades grandes, como la nuestra. En ellas los participantes son «encerrados» en una habitación de la que deberán de salir con la ayuda de su ingenio: investigando, recogiendo pistas y encontrando llaves y objetos de todo tipo, al igual que haríamos en el clásico «Monkey Island». Pues bien, la propia Google acaba de abrir una de estas salas en París, que combina dichas pruebas con la más novedosa tecnología.
Si vemos todo esto con perspectiva, podemos llegar a la conclusión de que los adultos estamos aprendiendo a disfrutar de nuevo de los juegos que tantos buenos ratos nos hicieron pasar cuando no teníamos más que una pequeña Nintendo.
