El primer caso diagnosticado de difteria en España en 28 años ha reabierto el debate sobre si debe ser obligatoria la vacunación de todos los niños. Los médicos lo tienen claro: se debe vacunar a todos los menores.

Desde el Colegio de Médicos de Barcelona, su presidente, Jaume Padrós señala que los padres que deciden no vacunar a sus hijos actúan de manera "irresponsable e insolidaria" porque no sólo no protegen a sus hijos sino que ponen en peligro la salud de toda la comunidad.

En el lado contrario, la Asociación de Afectados por Vacunas (AxV) ha denunciado una falta de información clara y completa sobre la composición de los tratamientos de inmunización y los riesgos de salud que pueden tener.

"Confiamos siempre en la buena fe, pero la mayoría de las veces los propios médicos desconocen los efectos adversos", declara Noelia Vivar, cuyo hijo murió por una alteración genética después de que le administraran una vacuna hexavalente (para 6 enfermedades).

La doctora Isabel Rubio, pediatra del Centro de Salud el Raval, en Elche, explica que la excusa que ponen muchos padres que no quieren vacunar a sus hijos es que "no son necesarias porque esas enfermedades están prácticamente erradicadas".

"Y es verdad, afortunadamente, algunas de las enfermedades contra las que vacunamos han disminuido su incidencia, casi desaparecido, precisamente gracias a la vacunación que durante años se ha estado haciendo, con coberturas muy altas, pero no hemos llegado a erradicarlas y en cuanto bajen las tasas de vacunación volverán a aparecer, es lo que ha pasado con la epidemia de sarampión de estos años", explica Rubio.

Pero, ¿de verdad el riesgo de contraer una de las enfermedades frente a las que se vacunan es realmente alto?

"Aquí está el quid de la cuestión -comenta la pediatra-, la baja percepción del riesgo de contraer esas enfermedades. Como no las vemos perdemos el miedo a que nuestro hijo las contraiga. Si oímos de vez en cuando casos de meningitis con resultado de muerte, las vacunas frente a gérmenes que pueden provocar meningitis sí son aceptadas. Yo, que soy de la década de los 50, viví a mi alrededor muchos casos de polio, los que tuvieron suerte sobrevivieron con secuelas, en aquellos momentos la vacuna de la polio era toda una esperanza".

Rubio recuerda que un niño, aunque no se vacune, se beneficiará de que la mayoría de los niños estén vacunados, porque estos "hacen un efecto barrera que impide que los gérmenes que provocan esas enfermedades circulen, es lo que se ha denominado efecto rebaño; se protege así a los niños que por edad no han sido vacunados todavía y a los que por motivos de enfermedad, por ejemplo, con cáncer, no pueden ser vacunados y son especialmente vulnerables a la enfermedad. Es un aspecto solidario de las vacunas".