El calorcito, la playa y las ganas de juntarse con amigos y familiares para realizar actividades varias son algunos de los principales motivos para el disfrute en conjunto de este verano, lo que no está exenta de enfermedades ni accidentes.

A continuación, detallaremos las patologías más frecuentes por las que se debería acudir al servicio de urgencias, pero sobre todo y lo más importante, el tomar las precauciones pertinentes.

Las infecciones agudas del tracto respiratorio superior ocupan el primer lugar en cuanto al porcentaje de visitas, sobre todo las otitis externas o la comúnmente llamada «Otitis del nadador», junto con la faringitis aguda.

▶En el caso de la Otitis Externa el contagio más habitual se debe a las piscinas, la combinación de agua en el conducto del oído y el uso de bastoncillos de algodón que producen micro abrasiones son los principales factores, por lo que es totalmente desaconsejado su uso. Así mismo, la utilización de tapones de oídos durante la natación es controvertido€ No evitando al 100% la entrada de agua e impactando la cera hacia adentro, siendo más recomendable la limpieza del conducto auditivo por profesional sanitario y el buen secado del oído después de cada baño.

▶ En cuanto a la Faringitis Aguda se ve propiciada por los cambios bruscos de temperatura, precisando evitar el mismo en lo posible.

Otras infecciones que también son motivos de asistencia urgente en esta época son las infecciones urinarias y cistitis debido a la humedad de los bañadores después del baño y la retención de orina... siendo de vital importancia evitar ambas cosas, cambiando inmediatamente a un bañador seco y evitando dichas retenciones con la micción frecuente.

Las picaduras, lesiones frecuentes en esta época por las actividades al aire libre que se realizan, son otros de los motivos de consultas frecuentes. En la mayoría de los casos estas picaduras no suelen tener consecuencias graves, aunque sí que pueden resultar muy molestas, produciendo una reacción inflamatoria local leve tras la inoculación por el insecto (mosquito, abejas, avispas, arañas, chinches€).

Sólo un pequeño porcentaje puede dar lugar a una reacción alérgica importante o provocar infecciones que requieran la visita a un hospital. Es suficiente tratarlas con frío, antiinflamatorios tipo ibuprofeno y antihistamínicos. Para casos de prevención se recomienda el uso de repelentes.

Así mismo, el verano propicia el aumento de las comidas al aire libre, en terrazas o en domicilios y restaurantes, siendo ésta la época donde más problemas digestivos se dan (dispepsia, gastritis, GEA, Reflujos, intoxicaciones€) por lo que la correcta manipulación de los alimentos es de vital importancia. En ocasiones al no llevarse a cabo un buen manejo de los alimentos junto con las altas temperaturas pueden producir una ingesta en mal estado o cuadros de Gastroenteritis e intoxicaciones alimentarias varias. La intolerancia oral y las deposiciones frecuentes no controladas son dos motivos de asistencia urgente.

En algunas ocasiones la ingesta de ciertos alimentos e ingredientes o el contacto con ciertas sustancias, pueden producirnos un cuadro alérgico de intensidad variable, que va desde una urticaria leve a una reacción alérgica grave conocida como anafilaxia€ Siendo esta última una emergencia vital.

Entre otras de las patologías frecuentes que se producen durante las prácticas de actividades físicas (correr, caminar, bici€) al aire libre también se encuentran las torceduras o esguinces, siendo imprescindible atención médica urgente para descartar fracturas asociadas. Así mismo como cualquier tipo de dolor torácico secundario a dichas prácticas, precisando en ocasiones descartar no sólo contusiones torácicas (si hubiera antecedentes traumáticos) sino patologías cardiacas como el infarto.

Las altas temperaturas en verano propician también quemaduras solares de intensidad variable según el tiempo de exposición, horario del día y uso o no de protectores solares. Pero lo más grave y una emergencia vital es el llamado golpe de calor, siendo característico la hipertermia (temperatura elevada), el calor sin sudor y la alteración de la consciencia. Por todo ello es de vital importancia el uso de protectores solares y la hidratación oral abundante y frecuente.

Y recordemos que el verano es para disfrutarlo al máximo siempre con prudencia y seguridad€ No viajamos para escaparnos de la vida sino para que la vida no se nos escape.

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