La inmunoterapia es una terapia biológica que utiliza las defensas naturales del cuerpo para combatir el cáncer. Se utilizan sustancias producidas por el cuerpo o fabricadas en un laboratorio para mejorar o restaurar el sistema inmunitario que actúa destruyendo células cancerosas y por lo tanto, impidiendo el crecimiento del cáncer.

La inmunoterapia o administración de medicamentos que propician una respuesta del sistema inmunológico supone un campo nuevo en los tratamientos oncológicos y permite abrir una puerta la obtención de mejores resultados con menor toxicidad respecto al empleo de terapias tradicionales. Su uso generalizado en los últimos cuatro o cinco años, ha resultado ser muy efectivos en tumores de diferentes órganos, como los de pulmón e hígado.

Los fármacos utilizados en la inmunoterapia generan una reacción del sistema inmunológico contra los tumores y permite el ataque de los linfocitos contra los tumores, una reacción que en casos de cáncer no se produce de forma natural porque el tumor lo impide.

Estos fármacos se administran por vía intravenosa a lo largo de sesiones repetidas en dos o tres semanas, y no generan efectos como la caída del pelo, la aparición de llagas o la bajada de leucocitos, sin reducir por ello su efectividad.

En la actualidad se registra un 20% en la tasa de respuesta cuando se utilizan estos fármacos inhibidores y alrededor de uno de cada cuatro pacientes que responden a inmunoterapia tiene larga evolución, y los enfermos de cáncer de larga duración siguen teniendo resultados años después de haber entrado en remisión, según explica el doctor Antonio Brugarolas, jefe de la Plataforma de Oncología de Quirónsalud Torrevieja.

Aunque nos es la solución definitiva contra el cáncer, ni se ha demostrado que pueda curar si se administra de forma aislada, sí que aumenta la eficacia de la quimioterapia y mejora la calidad de vida de los pacientes.

¿Qué tipos de cáncer se pueden tratar con inmunoterapia?

Teóricamente cualquier cáncer puede ser tratado con inmunoterapia. Los primeros intentos de manipulación inmunológica comenzaron hace 100 años pero han sido estudios clínicos, especialmente en los últimos cinco años, donde se ha demostrado un impacto en la supervivencia de los pacientes con cáncer con nuevas terapias que están transformando la vida de estos pacientes a la vez que abriendo caminos para investigaciones futuras.

Desde el año 2016, cuando se consideró el avance terapéutico del año en cáncer, se comercializaron dos productos con indicación específica para melanoma y cáncer de pulmón metastásicos con beneficio en la supervivencia donde existen pocas opciones terapéuticas.

Desde entonces se ha demostrado beneficio clínico en una variedad de tumores como cáncer de cabeza y cuello, de pulmón, de vejiga, de riñón, de mama, melanoma y otros cánceres de piel, cáncer hepático, linfomas, leucemias, existiendo en la actualidad ensayos clínicos para el resto de tumores. Este beneficio se ha observado en fase metastásica de estos tumores lo que ha generado una alta expectativa de que pueda ser incorporado fases más tempranas de la enfermedad de incrementar la posibilidad de curación.

Tipos de inmunoterapia

- Los anticuerpos monoclonales que se conocen desde hace décadas están siendo utilizados en muchos tumores como cáncer de cerebro, de mama, de pulmón, de colon, de ovario, de próstata, de estómago, linfomas. Son una de las sustancias naturales que producen los linfocitos contra proteínas específicas del tumor.

- Vacunas específicas contra virus inductores de ciertos tipos de cáncer como del virus del papiloma (que causa cáncer de genitales, ano y garganta), el de la hepatitis B (inductor del hepatocarcinoma) o en ciertos cánceres de próstata. Actúan como cualquier otra vacuna inyectando sustancias víricas que inducen la respuesta inmunológica específica con ese tipo de cáncer.

- Inhibidores del control inmunológico. Son los responsables de la expectación alcanzada de los últimos años gracias al conocimiento de los mecanismos moleculares que los tumores utilizan para inhibir la respuesta inmune.

- Terapia celular. Utilizan las células inmunológicas del propio paciente que tras su extracción, se les prepara en laboratorio y se le devuelven activadas específicamente contra el tumor que padece. Hace unos años se utilizaban linfocitos T citotóxicos, pero en los últimos años se han preparado Linfocitos mejor activados con receptores más específicos y con mayor actividad en todo tipo de tumores (células CAR-T y próximamente CAR-NK).

En la plataforma de Oncología del Hospital Quirónsalud en Torrevieja se han dotado de una sala conocida como "Sala Blanca" necesaria para poder desarrollar estas terapias celulares.

La curación del cáncer vendrá de la mano inmunoterapia

Como señala el doctor Joseba Rebollo, especialista del Servicio de Oncología de Quirónsalud Alicante y Torrevieja, es muy pronto para poder afirmar que la inmunoterapia curará el cáncer de manera genérica. "Desde el punto de vista conceptual creemos que jugará al menos un papel muy importante.

Desde las primeras terapias inmunológicas sabemos que pacientes con melanoma metastásico y cáncer de riñón metastásico, incurables con otros tipos de tratamiento, se conseguían curar, aunque en una proporción menor de un 10 % de los casos. Así que evidencia preliminar la tenemos".

Las nuevas terapias inmunológicas mejorarán esta proporción especialmente cuando se apliquen a fases de la enfermedad más precoces. En este momento ya están consiguiendo desplazar a la quimioterapia menos eficaz y más tóxica, lo cual es ya un avance, porque mejora el perfil de tolerancia y el bienestar del paciente además de su supervivencia.

En la actualidad la inmunoterapia es el campo de investigación en cáncer más activo en el mundo. Si investiga muy activamente la búsqueda de factores moleculares predictivos del beneficio con este tipo de tratamientos. Varios marcadores moleculares han centrado la atención de los investigadores como el PDL1, actualmente muy usado, pero también genes relacionados con la producción de interferón gamma.

En la Plataforma de Oncología del Hospital Quirónsalud de Torrevieja donde estudian desde hace 10 años los genes tumorales para predecir la respuesta a la quimioterapia analizando la totalidad de los genes del tumor, están desarrollando una firma predictiva de beneficio clínico con el tratamiento inmunológico basado en la expresión del número de genes influyen en su eficacia.

¿La inmunoterapia tiene efectos secundarios?

Aunque la inmunoterapia es relativamente específica porque tiende a reconocer las células anormales del tumor y no la sanas, este tratamiento no es inocuo. A veces se produce una reacción local en la zona de inyección, un cuadro febril semejante a un proceso gripal, pero en otras ocasiones (muy raras) se pueden producir, por liberación de masiva de sustancias inmunológicas, un cuadro clínico que semeja a un shock séptico con colapso circulatorio y fallo orgánico principalmente pulmón y riñón que acaba siendo de todos los órganos y potencialmente mortal.

Esto ocurre con mucha frecuencia con la Interleukina2 y con las células CAR-T. En ocasiones las células inmunológicas reaccionan contra las telas del sanas del paciente generando lo que se conoce como enfermedades autoinmunes que afectan a la piel, al tracto digestivo, a los pulmones, a los riñones, al cerebro, a las articulaciones. Ya existen publicados protocolos de actuación en caso de encontrarnos con situaciones de este tipo y se manejan con bastante seguridad.

Por lo tanto, actualmente la inmunoterapia contra el cáncer es un campo en plena expansión una vez que se van conociendo en profundidad los mecanismos de eliminación tumoral, los mecanismos de protección de las propias células sanas. Muchos tumores están siendo objeto de investigación en este campo, generándose diversas estrategias para buscar la mejor respuesta inmunológica con la mayor especificidad tumoral (es decir, que ataquen exclusivamente a células tumorales) y que la actividad perdure en el tiempo como mecanismo protector preventivo.

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