La historia de la medicina, como ocurre con numerosos sectores de la sociedad, ha estado desarrollada a lo largo de los siglos mucho más en torno a la figura del hombre que a la de la mujer. Es por esto que, según una tesis que cada vez cobra más fuerza, numerosas enfermedades se diagnostican pensando mucho más en los síntomas y consecuencias para las personas de género masculino que para las del femenino.

Según un estudio de la Fundación Dr. Antoni Esteve, coordinado por la catedrática de medicina preventiva de la Universidad de Alicante María Teresa Ruiz Cantero, se han identificado en torno a 700 enfermedades en las que la mujer tiene una desventaja comparativa.

Los síntomas del infarto

Uno de los casos más representativos de este hecho son los infartos cardiacos, cuyos síntomas son en muchas ocasiones diferentes en el caso de los hombres respecto al de las mujeres y que puede conducir a falsos positivos si se usa el patrón masculino para identificar casos en pacientes femeninas.

La salud mental

Se tiene la creencia generalizada de que las mujeres son más propensas a problemas de salud mental como la ansiedad o la depresión. Sin embargo, en estas estadísticas no se considera como tal los factores que llevan en muchas ocasiones al alcoholismo o al suicidio, que en muchas ocasiones son también problemas de salud mental, y que se dan mucho más en los hombres. Es por ello que la detección es bastante desigual en estos casos.

El factor del tabaco

Tradicionalmente se ha estimado que las mujeres tenían menos úlceras pépticas que los hombres, toda vez que esta enfermedad estaba relacionada al tabaquismo. Algo similar ocurría con enfermedades pulmonares obstructivas. El primero de estos casos se comenzó a igualar a raíz del descubrimiento del helicobacter pylori, que causa esta enfermedad. El segundo, ha quedado mitigado con la generalización de las espirometrías.

Efectos secundarios

El estudio concluye que las mujeres que toman medicamentos para problemas cardiovasculares tienen muchas más posibilidades (más del doble) que los hombres de sufrir efectos secundarios, pero en la práctica, las dosis que reciben hombres y mujeres en sus tratamientos no tienen grandes diferencias.

Osteoporosis

Este problema de huesos es el contrario a todos los casos anteriores: se busca mucho más en las mujeres por su asociación con la menopausia, pero se observa mucho menos en los hombres, que han quedado en un segundo plano en la investigación médica a pesar de suponer un tercio de los casos.