Mucha gente necesita darse una ducha por la mañana, no solo por estar más limpio, sino por espabilarse y eliminar la pereza y el sueño. El las primeras horas del día se han convertido en una rutina que se repite en multitud de hogares. Suena el despertador, se intentan rascar algunos minutos más antes de que sea la inevitable hora de levantarse. Posteriormente es el momento del baño y el desayuno (o viceversa). Después de la ducha, prácticamente todos repiten el mismo gesto, echarse el desodorante y el perfume. Algo que parece lo lógico y normal. Pero, según un experto en cuidado de la piel, en realidad estamos cometiendo un error y no estamos escogiendo correctamente la hora para echarnos este producto.

La dermatóloga Sandra Lee afirma que echarse el producto por la noche, antes de acostarnos, es la forma más efectiva de usar el desodorante si no quieres oler. Lee, mejor conocida como la Dra. Pimple Popper en un conocido propio programa de televisión británico el truco inusual durante un video sobre su rutina nocturna. Una análisis del que se hizo eco el diario, también británico, "The Mirror".

En una entrevista al medio Harper's Bazaar, ella reconoció que se trataba:"de un pequeño secreto que tengo". "El desodorante se aplica mejor por la noche. Es más efectivo porqué lo aplicamos en el momento en el que las glándulas sudoríparas están más inactivas, por lo que es más efectivo", cuenta. A la mañana siguiente, puedes ducharte igualmente ya que aunque el agua arrastre los restos del producto que te has aplicado, en el interior de tu piel estará actuando y controlará los olores durante las 24 horas que promete el antitranspirante. Si usas desodorante, aplícatelo tras la ducha o si empiezas a notar tu olor a lo largo del día.

Los errores que cometes al usar desodorante

A pesar de que los utilizamos como sinónimos, el desodorante y el antitranspirante no son el mismo producto. El primero actúa sobre las bacterias responsables del olor mientras que el segundo contiene ingredientes que se asientan sobre las glándulas sudoríparas para evitar que liberen sudor.

Sudor y mal olor, dos cosas distintas

Muchas veces hacemos una asociación entre el sudor con el mal olor, algo incorrecto ya que el sudor no tiene olor; es un líquido claro e inodoro compuesto de aguas y sales. Son las bacterias que viven en nuestras axilas las causantes de los malos olores: metabolizan el sudor y producen derivados que tienen un olor característico como la cebolla o el vinagre. Ya que el olor no proviene directamente del sudor sino de las bacterias, el desodorante actúa sobre estas segundas, gracias a sus agentes antibacterianos.

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