Los huevos son uno de los alimentos en torno a los cuales surgen diversas dudas sobre su manipulación. La higiene es fundamental a la hora de cocinar y con los huevos no podía ser menos. Además, en verano con la subida de las temperaturas es más habitual la aparición de bacterias como la salmonella.

Evitar las infecciones alimentarias suele estar detrás de una práctica que muchos consumidores llevan a cabo en el caso de los huevos. Nos referimos al hecho de lavar los huevos antes de consumirlos. Una práctica que los expertos desaconsejan.

No es necesario lavar los huevos

La cáscara de los huevos dispone de una fina membrana, que actúa como barrera de protección para la entrada de microorganismos contaminantes. Si lavas los huevos antes de consumirlos, la presión del agua sobre dicha membrana puede hacer desaparecer esta barrera.

Lo más importante a la hora de manipular los huevos antes de cocinarlos es la higiene de todos los utensilios y elementos en contacto con los mismos. Una práctica fundamental para evitar la contaminación bacteriana al cocinar huevos es romper la cáscara en un recipiente diferente al que después utilizaremos para echarlo.