Investigadores del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona han descubierto que un fármaco utilizado en el tratamiento contra el cáncer permite eliminar las células que reactivan el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y que podría ser clave para encontrar la cura del sida.

La líder del trabajo e investigadora del Grupo de Enfermedades Infecciosas del centro, María José Buzón, ha explicado que se trata del fármaco "Rituximab", ya empleado en algunos tratamientos oncológicos, que suprime las células que replican el virus y que expresan una molécula denominada CD20.

Con esta técnica, que de momento está en fase de prueba y todavía no puede aplicarse a pacientes, se consigue reducir en hasta un 64 % las células del VIH que están infectadas pero permanecen latentes en el organismo y "se esconden" en reservorios.

Una fase que, de acuerdo con Buzón, es crucial tanto para diseñar nuevas estrategias que permitan eliminar estos reservorios como para desarrollar "la única vía para curar a pacientes con VIH".

No obstante, ha especificado el médico del Servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital, Adrià Curran, "no estamos hablando de una opción que sea la alternativa al tratamiento antiretroviral, sino que es una nueva vía que se abre para buscar fármacos mejor tolerados que no tengan toxicidad y que se puedan usar en la práctica clínica".

Para llegar a esta conclusión, los investigadores han estudiado las células de más de ochenta pacientes con VIH, a las que han reactivado el virus que han combatido después empleando dicho fármaco.

Esto les ha permitido comprobar que el "Rituximab" ataca a las células que expresan la molécula CD20 -las mimas que reactivan el VIH- pero también a otras células sanas como los linfocitos, que forman parte del sistema inmunitario, por lo que todavía no sirve como alternativa al tratamiento actual con antiretrovirales.

"Ahora tenemos que perfeccionarlo", ha señalado Buzón antes de detallar que para poner en práctica esta técnica necesitan "utilizar una combinación de dos fármacos, el que reactiva el virus latente y el que lo va a eliminar", una combinación que "hoy por hoy podría ser tóxica para los pacientes" y que requiere "más investigación".

Actualmente, el VIH es una infección crónica, por lo que las personas infectadas pueden hacer vida normal pero tienen que estar en tratamiento permanente, que suele consistir en tomar de una a tres pastillas al día.

Una solución "muy efectiva y segura" que, según Adrià Curran, ha hecho que "la gente se relaje, haya perdido el miedo al VIH" y que el impacto del virus no haya disminuido en los últimos años al ritmo que se esperaba, especialmente desde que las personas infectadas pueden dejar de ser transmisoras.

De acuerdo con el médico, en España hay entre 130.000 y 160.000 personas con VIH y 3.400 nuevos casos al año, mientras que en Cataluña la cifra se sitúa alrededor de los 30.000 pacientes y 600 nuevas infecciones al año.

"Es una infección controlada pero ahora hay que curarla", ha indicado el especialista, quien ha alertado de que "la gente ya no está tan concienciada".

Por eso, a su juicio, "hace falta mucho trabajo de educación, identificación y tratamiento precoz", entre otros, para paliar el "impacto físico, psicológico y sanitario" del tratamiento de por vida al que se someten los pacientes con VIH.