Muchas enfermedades de la piel empeoran o aparecen en los meses de verano, debido especialmente a la acción directa del sol, el calor o el aumento de humedad. Sin embargo, también existen otras enfermedades cutáneas que mejoran con la radiación ultravioleta como es el caso del acné o la psoriasis.

El equipo de dermatología de Quirónsalud Alicante,Quirónsalud Alicante compuesto por los doctores José Carlos Pascual, Laura Francés, Inés Poveda y Pedro Álvarez, recomienda, dado el alarmante aumento del cáncer de piel, melanoma y no melanoma, en los últimos años y su presentación a edades cada vez más tempranas, "acudir al menos una vez al año al dermatólogo para una exploración completa de la piel y de los lunares".

Estos especialistas de la Unidad de Dermatología cuentan con nuevas técnicas muy útiles para diagnosticar de forma precisa y fiable, constatar la curación y realizar un seguimiento posterior monitorizado de las recidivas y la aparición de lesiones premalignas o lesiones tumorales en estadios iniciales.

Los dermatólogos responden a las dudas más frecuentes que tiene la población sobre el cuidado de la piel en verano:

¿Cuáles son las patologías más frecuentes en nuestra piel en verano?

En los niños pequeños destaca la sudamina, que consistente en la aparición de múltiples puntos centrados en las glándulas del sudor sobre todo en los pliegues como el cuello, ello es debido a que los niños menores de 2 años aun no manejan bien esta producción excesiva de sudor, sus glándulas se obstruyen con más facilidad y se inflaman. La medida más eficaz para el tratamiento de este problema es mantener un ambiente fresco con el uso de ventiladores y aire acondicionado si es posible, también lociones secantes pueden ayudar.

En niños de entre 3 y 10 años las infecciones cutáneas como el impétigo también son más frecuentes en verano.

En mujeres de mediana edad, entre los 20 y 40 años, es frecuente que consulten sobre todo al comienzo del verano por una intolerancia al sol, con aparición de pequeñas rojeces que pican, fundamentalmente en escote y raíz de los brazos a los pocos días de haber ido a la playa. Esta enfermedad se conoce como erupción polimorfa lumínica. Puede prevenirse con la toma en los meses previos al sol de complejos que incluyen fotoprotectores naturales como los betacarotenos o el leucotomos polypodium, y con una exposición solar paulatina.

En las personas de mayor edad, los intértrigos en axilas, ingles y debajo de las mamas son debidos a la irritación que provoca el sudor y el calor en esas zonas, las cuales se maceran, pican y son susceptibles a infectarse por hongos, especialmente cándida. Una forma de prevenir y tratar este problema es manteniendo lo más secas posible esas zonas de riesgos para lo que puede ser útil el empleo del secador con aire frío especialmente después de la ducha.

¿Qué debo hacer si me he quemado tras una jornada al sol?

Lo más importante siempre es emplear todas las medidas para evitar que ocurra la quemadura. Estas medidas incluyen la protección textil con gorras, camisetas, la aplicación regular y generosa del fotoprotector adecuado, al menos de un factor 30, y evitar la exposición solar en las horas centrales del día.

Además, nunca olvidar que la radiación ultravioleta atraviesa tanto las nubes como el agua, por lo que en días nublados y dentro del agua hay que tomar las mismas medidas preventivas.

Si se produce la quemadura solar, el primer paso es aplicar frío en la zona dañada con geles o mediante compresas frías. Si la quemadura es relativamente importante se pueden aplicar cremas con corticoides tópicos. Posteriormente, es fundamental hidratar de forma intensa la piel, con cremas sin perfumes, para ayudar a la recuperación de la piel durante la descamación que se suele producir tras la quemadura.

¿Por qué aparecen manchas en mi piel tras exponerme al sol?

Debido a las hormonas, algunas mujeres son especialmente proclives a la aparición de manchas durante el verano. Por este motivo, las mujeres embarazadas y aquellas que toman anticonceptivos orales tienden a mancharse con más facilidad. Esta combinación de hormonas y radiación ultravioleta estimula una producción de melanina, especialmente en el labio superior y la frente, es el conocido melasma.

La fotoprotección extrema es la mejor forma de prevenirlo, ya que una vez producido es difícil de eliminar por completo. Los tratamientos de este problema van desde cremas despigmentantes hasta el empleo que peeling químicos dermatológicos y el uso de diversos láseres

¿Cómo cuidar las pieles atópicas en verano?

La dermatitis atópica se caracteriza por ser muy seca y presentar eccemas con facilidad. Es más frecuente durante la infancia, pero también se da en los adultos. La mayoría de los pacientes atópicos mejoran en verano, de hecho un tratamiento muy eficaz para esta enfermedad es la fototerapia, es decir la aplicación controlada por el dermatólogo de radiación ultravioleta en cabinas especiales.

Una recomendación para el verano sería realizar una ducha tras la piscina y playa, con jabón adecuado para pieles atópicas y aplicación inmediata de crema hidratante

¿Cómo evitar los hongos en la piel y cuál es su tratamiento?

Los principales factores que favorecen el crecimiento de los hongos son el calor y la humedad. La principal patología relacionada con hongos en verano es la pitiriasis versicolor, que se caracteriza por la aparición de manchas rojas con descamación, posteriormente se hacen blancas en la espalda. Por lo tanto, mantener seca y fresca la zona puede ayudar a prevenir su aparición.

Una vez desarrollada, el tratamiento consiste en el empleo de jabones y cremas con antifúngicos, e incluso la prescripción de medicación oral. Las manchas blancas persisten durante meses tras el tratamiento, hasta que se recupera el pigmento, pero no es necesario aplicar el tratamiento de nuevo, tan solo esperar.

En el caso de las uñas, ¿qué provocan los hongos en las uñas y cuál su tratamiento?

Las onicomicosis (hongos en las uñas) son frecuentes en adultos y ancianos, si bien no toda mancha en la uña son hongos. El origen de la onicomicosis suele provenir de una infección de la piel del pie, casi siempre a tipo pie de atleta. Una vez que el hongo infecta la uña, éste se alimenta de queratina lo que provoca la destrucción progresiva de la misma.

El tratamiento en general es difícil, aunque existen múltiples tratamiento tópicos, éstos son poco eficaces salvo en las formas más leves y superficiales, por lo que suelen requerirse tratamientos orales de larga duración para su completa eliminación.