La contaminación mata y enferma a miles de españoles cada año. Las cifras de distintos estudios varían, pero las conclusiones de los expertos no. España es uno de los países de Europa que más sufre los efectos diarios de la polución - atmosférica y también acústica -, un problema que, pese a los esfuerzos de las distintas administraciones públicas, seguirá golpeando si, como advierten los especialistas, no se corrige la principal fuente de toxicidad: el tráfico rodado, sobre todo en los grandes núcleos de población.
Cuatro son los grandes responsables de la contaminación del aire en España, según el informe 'La calidad del aire en el Estado español durante 2017', de Ecologistas en Acción: las partículas en suspensión (PM), el dióxido de nitrógeno (NO2), el ozono troposférico (O3) y el dióxido de azufre (SO3). La ONG calcula que la población que respiró aire contaminado, entendiendo por tal el que delimitan la directiva europea de 2008 y el Real Decreto de 2011, alcanzó los 17,5 millones, es decir, uno de cada tres españoles. Un aumento de 0,6 millones de afectados respecto a 2016, subraya Ecologistas en Acción, que indica también que, atendiendo a los criterios que fija la OMS, el porcentaje de españoles que respiró aire con polución ascendería al 96,6% de la población total del país.
"Hoy en día apenas hay territorios libres de contaminación atmosférica", subraya la ONG en su informe. Un dato que corrobora Xavier Basagaña, investigador en el área de contaminación atmosférica del instituto de salud ISGlobal de Barcelona. "Más del 90% de la población española convive con unos niveles de contaminación que están por encima de los valores recomendados", indica este experto.
"Estar crónicamente expuesto a la polución hace que una persona sana acabe estando enferma"
Xavier Basagaña, investigador del centro ISGlobal de Barcelona
Y es que, además de los provocados por las grandes instalaciones industriales, como las centrales termoeléctricas que emplean combustibles fósiles, los efectos del tráfico rodado y sus contaminantes derivados acaban trasladándose a toda la geografía del país, también la rural, sobre todo por la acción del ozono troposférico, que protege al hombre de la radiación ultravioleta del Sol pero al entrar en conjunción con otros compuestos de esa polución se convierte en un peligroso activo tóxico responsable de cientos de muertes al año en España.
Julio Díaz, investigador del Departamento de Epidemiología y Bioestadística del Instituto de Salud Carlos III, calcula que son atribuibles a la contaminación por ozono alrededor de 500 fallecimientos anuales, sobre todo por enfermedades del aparato respiratorio tales como cáncer de pulmón, aunque también indica que el dióxido de nitrógeno está detrás de 6.200 muertes y las PM de alrededor de 2.600. En total, cerca de 10.000 fallecidos al año, datos similares a los que maneja la SEPAR, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica.
Infografías: Izaskun Garaizabal
Díaz subraya que estos datos son la cúspide de una pirámide debajo de la cual se hallan otras patologías que "condicionan el día a día" de muchas personas: "Asma, EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), neumonías y alergias", explica. "La exposición a partículas contaminantes hace desarrollar nuevas enfermedades y descontrola las que son crónicas, como la EPOC y el asma", resalta la doctora Isabel Urrutia, neumóloga y coordinadora del Área de Medio Ambiente de la SEPAR.
"A corto plazo, un episodio de contaminación una persona en situación de vulnerabilidad puede tener más riesgo, por ejemplo, de sufrir un infarto. Pero, además, estar crónicamente expuesto a la polución hace que una persona sana acabe estando enferma", subraya el experto Xavier Basagaña. Además de las enfermedades del aparato respiratorio, la contaminación es causante o agente contribuidor de primer orden de patologías cardiovasculares, como arritmias e infartos, además de problemas de salud mental como ansiedad y depresión. Sin olvidar, como subraya Julio Díaz, que se están publicando estudios que demuestran que la contaminación se asocia ya a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y que la polución acústica, el ruido con el que convivimos a diario, produce también alteraciones en la salud cardiovascular y trastornos del sueño. Asimismo, como subraya la doctora Isabel Urrutia, "las partículas en suspensión son consideradas un carcinógeno de primer orden y están muy asociadas a tumores pulmonares, de mama y digestivos", destaca la doctora Urrutia.
"Los niños constituyen un grupo especial de riesgo, porque su sistema inmunológico no está tan desarrollado"
Julio Díaz, profesor del Instituto de Salud de Carlos III
Las personas mayores, sobre todo aquellas que cursen patologías previas de base, son uno de los colectivos con más probabilidades de verse afectadas por la polución, pero los últimos estudios están también probando la relación de la contaminación con problemas de salud en mujeres embarazadas y niños. Además de los partos prematuros y el bajo peso al nacer, los recién nacidos pueden verse afectados por una capacidad pulmonar disminuida y su desarrollo cognitivo puede sufrir alteraciones. Los niños constituyen otro grupo especial de riesgo. "Al tener una menor estatura, están más cerca de las partículas contaminantes del tráfico y respiran las sustancias más pesadas, además de que su sistema inmunológico no está tan desarrollado", destaca el profesor del Instituto de Salud Carlos III.
Según el informe de Ecologistas en Acción, durante 2017 se interrumpió la tendencia a una "cierta reducción" en los niveles de contaminación respecto a los valores de años anteriores. Las principales ciudades del país, como Madrid y Barcelona, así como los entornos de las centrales termoeléctricas de carbón de Andalucía, Aragón, Asturias, León y Galicia y zonas industriales como la Bahía de Algeciras, Huelva, el Valle de Escombreras (Murcia) o Puertollano (Castilla-La Mancha) son algunos de los núcleos con más concentración contaminante, mientras que ciudades como Santander, Valencia, Zaragoza o Huelva rebasaron el límite de partículas en suspensión ese año. Asimismo, las áreas metropolitanas de lugares como Avilés, Gijón, A Coruña, Granada, Marbella, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria o Santa Cruz de Tenerife superaron en 2017 los valores límite establecidos para los distintos dióxidos. La SEPAR incluye a Pontevedra, Madrid, Bilbao, San Sebastián, Barcelona y Huesca entre las ciudades que más han mejorado la calidad del aire.
En el caso de España, operan varios factores naturales que agravan el problema de la polución. "Tenemos menos lluvias, que siempre ayudan a limpiar la contaminación de la atmósfera. Además, tenemos muchas horas de sol, lo que favorece la radiación que crea el ozono tropósferico", indica Basagaña, que recuerda que las masas de aire africano procedentes del desierto del Sahara también producen un calor negativo para la limpieza del aire.
"La exposición a partículas contaminantes hace desarrollar nuevas enfermedades y descontrola las que son crónicas, como asma y EPOC"
Isabel Urrutia, neumóloga y coordinadora del área de Medio Ambiente de la SEPAR
Antes esta situación, que puede agravarse por los efectos futuros del cambio climático, los expertos piden medidas "estructurales" que disminuyan el tráfico de vehículos, en especial los diésel por ser los que más emiten partículas ultrafinas de contaminación. "Tenemos que ir quitándole espacio al coche, lo que pasa es que eso implica un cambio de paradigma y es algo que siempre comporta dificultades", subraya Xavier Basagaña. Por su parte, Julio Díaz cree que restringir el tránsito en los espacios centrales de la ciudad, tal y como ha hecho Madrid, contribuye a "paliar" el problema, pero no son suficientes. "No podemos cerrar las ciudades al tráfico si antes no damos alternativas con el transporte público", dice este experto.
