Con motivo del Día Mundial de la Diabetes 2018, que se celebra el próximo 14 de noviembre, cabe prestar especial atención a las revisiones oculares para descartar una retinopatía diabética, en el caso de padecer diabetes.

Aunque actualmente la población está ya muy concienciada gracias a la atención primaria y la atención especializada del endocrino, cuando se es diabético hay que controlar la posible aparicion de retinopatia: en diabéticos tipo 2 en el momento del diagnóstico y en la tipo 1 a los 5 años del diagnóstico.

El diagnóstico precoz es fundamental para curar, frenar o estabilizar la enfermedad. "Si se coge a tiempo una retinopatía diabética, es decir en sus fases iniciales, puede llegar a desaparecer. Actualmente se disponen de tratamientos especialmente oftalmológicos para frenar esta patología. De forma que lo que ya está afectado se puede tratar y llegar a inactivarse", afirma la doctora Patricia Devesa, especialista en Retinopatía Diabética y Degeneración macular en la clínica Oftalvist de Alicante.

¿Qué es la retinopatía diabética?

La retinopatía diabética o diabetes ocular es una enfermedad vascular producida por las alteraciones metabólicas que padecen los pacientes con diabetes y es la causa más frecuente de ceguera en edad laboral en España.

Uno de cada 10 pacientes con diabetes en España presenta algún grado de retinopatía diabética. Por ello, es fundamental realizar al menos una revisión cada año del fondo de ojo para detectar precozmente cualquier enfermedad. Por otro lado, uno de cada 50 pacientes con diabetes en España presenta edema macular diabético.

Teniendo en cuenta que la retina es como "el carrete de una cámara de fotos, cualquier patología que no se pudiera arreglar supondría un ojo ciego, la pérdida de vision", explica la especialista.

Causas de la retinopatía diabética

La diabetes mellitus causa cambios anormales en el azúcar en la sangre (glucosa) que el cuerpo convierte en energía para realizar todas sus funciones.

Como consecuencia de un descontrol de la diabetes, los niveles altos de azúcar en la sangre provocan alteraciones en los vasos sanguíneos de pequeño tamaño como los del ojo o los riñones y de gran tamaño como los del corazon o extremidades.

Así, podemos encontrar dos tipos de diabetes:

- Diabetes tipo 1: ésta posee un componente autoinmune. En este tipo de diabetes, la retinopatía aparece de forma progresiva. "No aparece en el momento del diagnóstico de la diabetes, sino que lo hace con el paso de los años. Se va desarrollando en la infancia y si no se controla la diabetes puede aparecer después de 10, coincidiendo con la edad laboral. Su debut se produce en la edad juvenil o infantil", según confirma Devesa.

- Diabetes tipo 2: ésta la padece población de riesgo, en la que se incluyen personas con sobrepeso u obesidad. Si ha sido una diabetes que no se ha tratado, en el momento de su diagnóstico, es posible que ya haya afectados de retinopatía. Comienza a aparecer entre los 50 ó 60 años.

La revolución en el diagnóstico, la Angio-OCT

Actualmente, para el diagnóstico de la retinopatía diabética se dispone de la Angio-OCT, una técnica no invasiva ni agresiva. Según explica el doctor Juan Carlos Elvira, especialista en Desprendimiento de retina, Retinopatía Diabética, Retina y Mácula de Oftalvist, "la Angio-OCT aporta mucha información y evita tener que pinchar al paciente. Ofrece un pronóstico más preciso".

Esta técnica contrasta claramente con la utilizada hasta hace poco tiempo, e igualmente válida, la angiografia, que consiste en inyectar un colorante en vena para observar cómo están los vasos sanguíneos a nivel de la retina.

Sin embargo, la Angio-OCT ofrece muchos datos similares a la angiografia sin necesidad de poner el colorante. "Se trata de hacer una foto del fondo de ojo con distinta luz para que vaya fotografiando distintas partes de la retina. Dura un minuto y medio y no toca para nada el ojo, obteniendo muy buenos resultados", comenta Devesa.

Tratamientos

En cuanto a los tratamientos principales para estabilizar o detener la retinopatía diabética se dispone de los siguientes:

- Inyecciones intravitreas: es el tratamiento más novedoso y puede ir combinado o no con láser. Consiste en inyectar una medicación en el interior del ojo, los llamados antifactores de crecimiento, para curar o estabilizar la retinopatía. Las sesiones que se deben aplicar varían según el grado de retinopatía de cada paciente.

Cabe destacar que uno de los mayores problemas de la retinopatía, sobre todo en la diabetes de tipo 2, es el Edema Macular, que produce una inflamación en el centro de la retina, "lo que resulta muy incapacitante y la visión se ve muy alterada", resalta la doctora.

Las inyecciones intravitreas ayudan a mejorar, curar o estabilizar esos edemas diabéticos. En algunos casos puede aplicarse un tratamiento de choque: 3 inyecciones, una al mes. Se anestesia el ojo con unas gotas anestésicas y con una aguja muy fina se pincha en la parte inferotemporal del ojo.

Es muy importante el medio en el que se lleve a la práctica esta técnica, y en el caso de Oftalvist siempre esta intervención se hace en un medio quirúrgico por la esterilidad que presenta el mismo.

- Fotocoagulación con láser: aplicable a los grados muy pequeños de retinopatía diabética que con láser se pueden solucionar.

- Cirugía a nivel de la retina para limpiar o poder aplicar más láser, utilizada en las retinopatías que se sitúan en fases muy avanzadas.

Tal y como destaca el doctor Elvira, "la cirugía se emplea casi siempre en retinopatías diabéticas proliferativas (la retina está en una situación que no ha podido superar la falta de oxigeno y empieza a crear nuevos vasos sanguíneos malos o débiles que sangran, lo que se denomina hemorragia vitrea). Lo que se consigue con la cirugía es quitar el andamiaje para que esos vasos débiles no crezcan".

¿Se puede curar la retinopatía diabética?

Esta enfermedad ocular desarrolla inflamaciones a nivel de la retina, las cuales se pueden desinflamar y se pueden curar. "Es posible llegar a un grado de retinopatía que se frene y se estanque", afirma la doctora Devesa.

Para prevenir la enfermedad no hay mejor remedio que realizar un diagnóstico precoz de la diabetes, con muy buen control de las cifras de glucemia y tensión arterial. "Practicar ejercicio y controlar el peso desde el diagnóstico para que aparezca lo más tarde posible", recomienda el doctor Elvira.